«El Camino no te dará lo que buscas sino lo que necesitas»

D. Casillas
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Francisco Contreras, experto conocedor de la ruta a Santiago y autor de una guía sobre la misma, abrió el programa de la VIII Semana Jacobea hablando de la magia, la historia y las leyendas que atesora ese itinerario milenario

«El Camino no te dará lo que buscas sino lo que necesitas» - Foto: Isabel García

Francisco Contreras Gil, periodista y escritor que cuenta entre sus obras con una Guía mágica del Camino de Santiago, ofreció ayer la primera de las dos conferencias programadas en la VIII Semana Jacobea en Ávila, una ponencia amena y llena de anécdotas en la que habló, contagiando su pasión, de «un Camino que descubrí hace veinte años y que desde entonces he recorrido en trece ocasiones, siete desde Roncesvalles y seis desde Jaca».

Hacer todos «esos caminos de largo recorrido me han enseñado que la ruta jacobea te permite disfrutar de muchas cosas, del propio Camino y todo lo que significa, de la belleza natural que le rodea, de la gastronomía, de la historia, del arte, de lo mágico, de lo legendario… es un viaje en el espacio y en el tiempo», un itinerario espiritual que «nos reconecta con muchas cosas buenas que tenemos olvidadas en este siglo XXI, como por ejemplo la relación con los demás, los abrazos, las montañas, los bosques, la naturaleza...»

Otro gran valor que le otorga Francisco Contreras al Camino es que «saca lo mejor que tiene uno mismo, te hace ser y sentirme mejor», motivo por el que considera que «todo el mundo debería hacer el Camino de Santiago, por lo menos probarlo; y ojo, cuando digo el Camino de Santiago no me refiero solamente al tramo que discurre por Galicia. Casi todo el mundo hace los últimos 100 kilómetros pero yo defiendo que lo importante es caminar los 900 kilómetros que recorren todo el norte de España a través de cinco comunidades autonómicas, Navarra, Aragón, La Rioja, Castilla y León y Galicia, teniendo en cuenta que lo importante no es llegar sino recorrerlo y vivirlo».

Hacer el Camino, siguió explicando, «es una aventura interior y exterior que te enrique; haciéndolo descubres muchas cosas y te redescubres, vuelves a tomar conciencia de cosas que a lo mejor te han ayudado pero en las que no reparabas, y en él descubres que ni sabes ni conoces todo lo que querías saber y conocer. Hacer el Camino viviéndolo de verdad significa un viaje interior y exterior, el exterior porque te marcas un propósito, hacer un número de número de kilómetros, superar las pruebas o las dificultades físicas, psicológicas y emocionales, y es un viaje al interior porque tienes muchas horas para estar contigo mismo, para aprender a relacionarte contigo y también con personas que vienen desde todos los lugares del mundo».

En el Camino «nadie compite, a nadie le importa a qué te dedicas ni cuánto dinero gane; todo el mundo te tiende la mano, todo el mundo tiene una sonrisa porque todos tienen el mismo objetivo: levantarse cada mañana, caminar, aprender, sentarse, descubrir. El camino te invita a vivir, es una experiencia muy individual». Y, añadió quien lo ha pateado en tantas ocasiones, «aunque lo hagas muchas veces, cada vez es diferente, también porque tú cuando lo vuelves a hacer eres también diferente, no eres el mismo de antes».