Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


Tratar mal a quien se sirve

23/01/2025

Diríase que a quien investiga el juez Adolfo Carretero es a Elisa Mouliaa, la denunciante de un presunto delito de agresión sexual, a tenor de la naturaleza y el tono del interrogatorio a que la sometió en el curso de la instrucción del caso. Es más; diríase que lo de menos era lo que pudiera decir la presunta víctima en orden a fundamentar su acusación a través de su relato de los hechos, pues las preguntas del juez parecían orientarse más a desarmar dicho relato que a discernir, mediante su confrontación con el del imputado, Iñigo Errejón, la verdad unívoca de lo sucedido la noche de autos entre ambos.
La actuación del juez Adolfo Carretero en dicho interrogatorio, en buena hora filtrada en sonido e imagen para el público conocimiento, ha causado, está causando, bochorno y consternación, indignación también. Se entiende que cada juez instructor tenga su estilo, su técnica y aun sus trucos en su desempeño profesional, pero ni se entiende ni puede aceptarse que ese estilo, técnica o trucos deriven en faltar al respeto debido a quienes se sirve, los ciudadanos que acuden a la administración de justicia. La buena educación en sus administradores no puede ser nunca presunta, al contrario que el delito en tanto no se establezca y sentencie, sino real, exquisita y constante, sobre todo en casos tan sensibles como el que nos ocupa.
Independientemente de lo que una instrucción perspicaz, inteligente y serena establezca, y que habrá que servir de base esencial para la culminación del proceso, las buenas y rectas formas son indispensables para que lo haga en términos de estricta justicia, pero si la forma es esencial, qué decir del fondo. La forma y el fondo de Adolfo Carretero en su interrogatorio a la denunciante fueron, cualquiera lo puede ver y oír, lamentables. Nadie sabe, en puridad, qué ocurrió el día de autos entre Mouliaa y Errejón, al haber discurrido el suceso denunciado en la intimidad de ambos y ser tan disímiles y contradictorios sus respectivos relatos de los hechos, pero las formas y el fondo del juez Carretero no ayudan mucho a averiguarlo. No se puede tratar así, en todo caso, a quien se sirve.