El Ilustre Patronato de la Santísima Trinidad, Santísimo Cristo de la Ilusión y Nuestra Señora de las Vacas celebró este domingo la fiesta del Cristo de la Ilusión enmarcada en la festividad litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz y con un momento muy especial al despedir a Óscar Robledo, hasta ahora presidente nato del patronato (ha sido nombrado párroco de Solosancho), que recibió un cuadro con las imágenes titulares y se despidió diciendo que se lleva «un recuerdo más» de un sitio en el que ha estado «muy a gusto» y para el que no ha escatimado «esfuerzos». También ha disfrutado de muchas «cosas y momentos» en estos años, aunque recordó que va a estar «cerca». Con estas palabras finalizaba una eucaristía en el que se hizo especial referencia a la fiesta de la Exaltación de la Cruz, que se convierte en una oportunidad de celebrar una fiesta «y encontrarnos unos con otros» y también «crecer en el camino de la fe» porque «el camino de la Cruz es el de nuestra vida», señaló Robledo.

En la homilía se puso de manifiesto la importancia de un Dios que es «solidaridad» y el significado de la Cruz por su valor de salvación, y también de resurrección.

Tras la eucaristía llegó el momento de la procesión con la imagen del Cristo de la Ilusión, que había estado toda la celebración junto al altar. Entonces fue el momento de que saliera de la ermita a encontrarse con los que esperaban en el exterior y ser recibido con el Himno de España y con la música de dulzaina y tamboril. También las campanas repicaron para la salida de la imagen que volvió a hacerse con todo el cuidado necesario teniendo en cuenta las dimensiones de la puerta. A partir de su salida, entre aplausos de los vecinos del barrio, se terminó de preparar el paso, rodeado de flores blancas, para una procesión en la que la fiesta de gloria al Cristo titular del Patronato se celebra desde 1989.

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