Domingo de Ofrenda Grande el vivido en el Santuario de Nuestra Señora de Sonsoles, protagonizada por las gentes del Valle Amblés, que desde primera hora de la mañana comenzaron a llegar a este recinto caminando unos, en coche otros y también a caballo. De hecho jinetes y caballos de la Asociación Ecuestre Amigos del Caballo de Ávila y la asociación de caballistas Adeluaca de San Bartolomé de Pinares realizaron una ofrenda floral a la Virgen.
A media mañana ya se podía ver una gran hilera de vehículos en la carretera de subida al santuario que anunciaba fiesta importante y también las zonas de aparcamiento y caminos próximos, donde no cabía ni un alfiler. Ya dentro del recinto, muchos escucharon la misa solemne de las 12,00 horas, oficiada por el obispo de Ávila, Jesús Rico García, y cantada por el grupo Espigar de Muñogalindo, desde los exteriores de la ermita, que se llenó para la ocasión. Dos horas antes ya había tenido lugar la tradicional misa del peregrino para los primeros que llegaban. El prelado, al ser su primera visita al Santuario, firmó en el Libro de Honor del Patronato.
Así, tras la celebración eucarística, que contó con la presencia del alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera y el presidente de la Diputación, Carlos García, entre otras autoridades, mientras sonaban las campanas, las dulzainas del grupo Azor anunciaba la salida de la imagen de Nuestra Señora de Sonsoles de la ermita entre la expectación de los cientos de personas allí presentes, más que en años anteriores. Portada por los anderos iniciaba su recorrido procesional por dentro del recinto.
El Valle Amblés baila la bandera a la Virgen de SonsolesY llegó entonces el momento más esperado, el baile de la bandera que en esta ocasión protagonizaron dos vecinos de Duruelo, Laura Sánchez y Jorge López, y que en varios momentos arrancaron los aplausos de la gente que había formado un gran círculo a su alrededor. Este acto cargado de simbolismo y marcado por el ritmo y el esfuerzo en ese juego con la bandera se repetiría poco después en la parte posterior del santuario, donde también tuvo lugar la ofrenda floral a caballo, para luego proseguir con la procesión de regreso hasta la puerta de la ermita donde hubo subasta de banzos y regalos.
La jornada festiva continúa durante el día con las comidas en familia o con amigos dentro del recinto y con una nueva eucaristía ya por la tarde.