Cebreros inicia la recogida del albillo real, "su oro líquido"

Redacción
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Las altas temperaturas de las últimas jornadas han precipitado el inicio de la vendimia en la localidad abulense, y bate el récord del año pasado, el más tempranero de la historia

Cebreros inicia la recogida del albillo real, "su oro líquido"

En Cebreros ya ha comenzado la vendimia. Durante la mañana del pasado miércoles, los técnicos de la Denominación de Origen Protegida Vinos de Cebreros comenzaron con la recolecta de la uva albillo real. Esto sucede un día antes que el año pasado, el que se consideraba el más madrugador de la historia en Castilla y León. Pero, como estamos en tiempos de Juegos Olímpicos, el albillo real, el denominado 'oro líquido' de la DOP, ha querido batir su propio récord de maduración.

En un año en el que la maduración iba más lenta que en los anteriores debido a un invierno lluvioso y a una primavera e inicio de verano con temperaturas moderadas, las previsiones establecían un inicio de temporada de vendimia posterior a añadas pasadas. Sin embargo, las altas temperaturas diurnas y nocturnas de las últimas semanas han provocado que se haya adelantado mucho más de lo previsto la recolecta de la uva en la Denominación de Origen de Cebreros. Sin embargo, los bodegueros preven que esta añada no será tan abundante como otras y auguran que la cantidad de uva recolectada será inferior a los 80.000 kilos del año 2023.

El principal motivo de esta reducción se debe al fenómeno llamado 'millerandage' o 'El Niño', como se conoce en la localidad del Alberche. Esto consiste en que, debido a la mala fecundación de las flores como consecuencia de la mala climatología durante la época de floración (bajas temperaturas, lluvia, viento), el tamaño de los granos del racimo de uvas sea considerablemente más pequeño, por lo que el descenso de los kilos de uvas recogidos será considerablemente menor. Además, a esta circunstancia hay que añadirle, como ocurre siempre, la acción de los pájaros, que detectan el momento de maduración de la uva y, por consiguiente, su dulzor. Por tanto, proceden a comerse los frutos que les ofrecen las viñas de albillo real, lo que motiva que también mengue su producción.

En la actualidad, la Denominación de Origen Protegida Vinos de Cebreros cuenta con 48 hectáreas de terreno de variedad de albillo real, única variedad de uva blanca admitida por la DOP. Esto supone algo menos del 10% del total de sus 500 hectáreas inscritas en la actualidad, todas ellas situadas en el término municipal cebrereño.

garnacha. Por otro lado, en lo que ha uva garnacha tinta se refiere, que es la variedad principal de la tierra, se encuentra en varios niveles de envero dependiendo de la zona en la que se ubique el viñedo. Esto se debe a que las diferentes localizaciones (altitud, orientación, orografía) en las que se encuentren marcarán la fecha de la vendimia en cada zona. Los técnicos de la DOP estiman que su recogida se extenderá desde la última quincena de este mes de agosto hasta mediados de octubre. Lo mismo que ocurre con la uva albillo real, la recolecta de garnacha también se espera inferior en cuanto a kilos con respecto a la añada anterior, en este caso debido a las intensas heladas que se vivieron durante el mes de abril en la región más occidental del Valle del Alberche.

No obstante, a pesar de que la cantidad de uva, tanto albillo real como garnacha tinta, se presume inferior a otros periodos de vendimia, se espera que su calidad permanezca intacta, debido a la lenta maduración que experimentó durante las primeras semanas del verano y la escasa presencia de enfermedades fúngicas como el oídio o el mildiu. 

Las variedades de uva que se producen en Cebreros prosperan, en parte, a gracias a las condiciones climáticas y geológicas de la región. Los viñedos crecen en suelos de granito y pizarra, lo que aporta una mineralidad diferente a los vinos. Además, la altitud en la que se ubican (entre 600 y 1.200 metros) contribuyen a la frescura y complejidad de los caldos. Asimismo, el clima continental de Cebreros, con inviernos fríos y veranos calurosos, crean un entorno de maduración idóneo para la maduración de sus frutos. Las variaciones de temperatura entre el día y la noche ayudan a desarrollar una acidez equilibrada y una riqueza aromática.