El verraco de Ortigosa de Rioalmar ha aparecido esta Semana Santa cubierto de pintadas. La gigante obra, de 3,20 metros de altura y 25 toneladas de peso, y que fue labrada sobre el terreno por el escultor sevillano Marcos Alonso, amanecía hace tres días cubierta de grafitis con palabras malsonantes y dibujos groseros, entristeciendo a unos vecinos que aún no comprenden quién ha podido hacer algo así. 

En representación de ellos habla su alcalde, Fernando Ceballos. «No entendemos el sentido de perjudicar las cosas», reflexiona el edil. Sobre todo, dice, porque la persona que lo haya hecho tuvo que ir «expresamente» a esa zona, llevando preparado el spray. «Iba a lo que iba», lamenta Ceballos, que sólo puede definir al autor o autores del hecho como «gente que no tiene mucho sentido común».

El Ayuntamiento trabaja ya en la limpieza de la pieza, algo no del todo sencillo, debido a la porosidad propia del granito del que está hecho el que se cree verraco de mayor tamaño de la Península Ibérica.

Lo cierto es que este acto vandálico llega junto cuando desde el Ayuntamiento se planeaban mejoras tanto en la pieza como en el paraje en el que se colocó el año pasado con la intención de fomentar el turismo en la zona.

Así, explica Ceballos que el Consistorio ha encargado ya al herrero una cabeza de metal para el verraco. «Y queremos también adecentar la zona, para que el verraco esté algo más alto, y colocando bancos para el descanso», anuncia el alcalde Ortigosa de Rioalmar.

«Y a ver si ahora agilizamos las cosas y ponemos también unas medidas de seguridad, algo que en su día no estaba previsto porque nunca pensamos que alguien querría hacer algo así», vuelve a hablar del disgusto de los vecinos.