Se llaman Zapardiel, Chilla, Benemérita, Risco y Galana y representan el futuro de los quebrantahuesos no sólo en Ávila, sino en toda España. Ellos son los cinco ejemplares (tres hembras y dos machos) que sobrevuelan ya los cielos de Gredos, gracias al proyecto de recuperación puesto en marcha en nuestra provincia por la Fundación Quebrantahuesos, mediante su proyecto 'Life'. Un proyecto de que se hablaba este jueves en la Diputación Provincial, al hilo de la presentación del proyecto educativo y medioambiental 'Galana, la quebrantahuesos que soñaba con volar acompañada'.
«El proyecto 'Life' busca recuperar la población de quebrantahuesos en sus antiguas áreas de distribución», explicaba Carlos Sunyer, asesor técnico de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos. Una de esas áreas no es otra que la Sierra de Gredos y sus alrededores, de ahí que en 2022 se trajeran desde el Pirineo a Galana y Risco, los dos primeros ejemplares introducidos en el ecosistema abulense, y a los que se sumaron el año pasado Zapardiel, Chilla y Benemérita.
«La adaptación de los quebrantahuesos es un esfuerzo titánico por nuestra parte», se refería Sunyer al trabajo que llevan a cabo los integrantes del proyecto 'Life', «porque tenemos que suplir las atenciones de los padres».
Y hacerlo, además, con la menor presencia posible, para facilitar la adaptación de una especie en peligro de extinción. «El equipo de Gredos se vuelca en el cuidado de esos pájaros sin que haya contacto directo», explicaba el técnico los primeros meses de vida de los pollos.
Ya con cinco ejemplares sobrevolando Gredos, y llegando, incluso a la Sierra de la Estrella, en Portugal, o la madrileña de Guadarrama, el plan pasa por aumentar la colonia abulense hasta llegar a los 15 o 20 ejemplares antes de 2027.
Para ello, está previsto continuar con las sueltas de quebrantahuesos: cuatro, con la posibilidad de un quinto, este año.
«El objetivo es crear una población autosuficiente», continuaba Sunyer desglosando el proyecto 'Life', que mencionaba también otra de sus principales intenciones: lograr que se interrelacionen las cuatro colonias con las que cuenta nuestro país, en Gredos,la Sierra de Cazorla, los Pirineos y los Picos de Europa.
«Lo cierto es que en cuatro años el proyecto va bien, y no se ha muerto ningún ejemplar», aplaudía Sunyer los éxitos de un equipo en el que está, por ejemplo, Juan Revesado, encargado de 'acompañar' en su evolución a los buitres abulenses.
Él conoce bien los sistema de control por satélite y radiofrecuencia que portan las aves y que les permiten saber dónde se encuentran, sus movimientos, sus mudas o cómo se relacionan con otras especies.
En esa observación no se descuida, por supuesto, su alimentación. Se trata de aves necrófagas que cuentan, cuando es necesario, con ayuda para conseguir los huesos con los que se alimentan. Aves que cuando son autosuficientes encuentran en las cabras de Gredos su mejor alimento.
En la actualidad, son algo más de 200 parejas de quebrantahuesos las que viven en España. «La población ha aumentado desde los años 80», se refiere Sunyer a los inicios del proyecto 'Life'.
Por cierto que Sunyer también apuntaba a los beneficios que sobre el turismo tendrá en un plazo de «dos o tres años» la presencia de una potente colonia de quebrantahuesos en Ávila. «Va a ser uno de los pocos puntos en los que se van a poder ver las cuatro especies necrófagas del país: el buitre leonado, el negro, el alimoche y el quebrantahuesos».
Ladillo. Aunque es sólo éste último el que centra la campaña educativa 'Galana, la quebrantahuesos que soñaba con volar acompañada', que ya está puesto en marcha en los colegios abulenses y que se espera llegue a mil niños.
«Este recurso educativo busca promover la conservación del quebrantahuesos y su hábitat», apuntaba por su parte Jesús Martín, vicepresidente de la Diputación, que recalcaba «la gran biodiversidad ornitológica» de la provincia, no sólo por su variedad de ecosistemas, sino, también por ser paso de aves migratorias.
«Ésta es una experiencia educativa integral», explicaba Martín, al que acompañaba Irene Jara, delColectivoAzálvaro y promotora de la actividad. «El público infantil es el eje principal y el motor para la conservación de las especies», recalcaba la importancia de llevar estos proyectos a los más pequeños. Pero, además, hablaba de la importancia que tiene «generar sentimiento de arraigo y de permanencia» en los niños, a través del cuidado de su entorno.
«Veníamos del proyecto 'Reciclaves', que daba valor a los buitres como grandes recicladores, y ahora nos especializamos en el quebrantahuesos», desglosaba su trabajo Jara, que describía también cómo se trabaja en los colegios yCRAS abulenses: con talleres, recortables y juegos.
Por cierto que este proyecto se llevará también a las Casas del Parque y a Ornitocyl.