La magia de los Reyes Magos volvió a Ávila, en esta ocasión de la mano de la Fundación Madrina, que organizó una especial visita con la que se pretende mejorar la calidad de vida de personas vulnerables y llevar ilusión a los niños. Para ello, se organizó la visita de los Reyes Magos a 14 familias de la capital y de las localidades de Santa María del Berrocal, Muñana, La Torre y Muñogalindo, donde alrededor de 60 niños vieron que Sus Majestades les visitaban en sus hogares y les llevaban regalos.
Desde la Fundación Madrina explican que la entrega de los juguetes es la culminación de la campaña del día de Reyes, que ya se ha llevado a cabo en Madrid o Valencia (afectados por la Dana) y que ahora llega a Ávila dentro de los 'Pueblos Madrina', que es el nombre por el que se conoce al proyecto que impulsa la repoblación de la España vaciada con familias dispuestas a vivir en zonas rurales. En doce años que lleva en marcha se ha logrado realojar a más de 120 familias en pueblos, ofreciendo así soluciones habitacionales a quienes no las tenían en las grandes ciudades. Ahora, dentro del acompañamiento que se hace a estas familias, se organizan estas visitas para llevar también enseres y ropa pero de una manera especial. Y es que, como explican, no es sólo llevar un juguete sino la experiencia de los Reyes Magos, con música incluida, a través de voluntarios caracterizados, tocar a la puerta y ver la emoción en la cara de los niños. Esto es algo que no tiene precio.
De esta manera no se abandona un proyecto con el que se buscan familias numerosas que tienen problemas para pagar el alquiler o no lo pueden costear en lugares como Madrid y se les busca una opción en pueblos como una forma de revivir estas localidades. Para ello se busca un enlace con los ayuntamientos porque se quieren alquileres módicos, brindando una buena vivienda y ayuda para lograr una mejor integración. Y si este viernes se vio la ilusión de los niños con los Reyes Magos, desde la fundación se destaca también otra ilusión, la de los vecinos de los pueblos cuando vuelven a ver a pequeños correteando por sus calles y logran un pueblo más vivo.
Es una opción de realojo que no se logra tanto como quisiera la Fundación Madrina, que tiene mucha lista de espera, con cientos de familias que esperan encontrar un lugar donde vivir dentro del medio rural. Son familias con 3 y 4 hijos en la mayoría de las ocasiones, aunque hay casos especiales como el de Fátima, una familia monomarental con diez hijos.