De Moncloa a Europa

OTR-Press
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Teresa Ribera aterrizará en Bruselas convertida en la comisaria con más poder del nuevo Ejecutivo de la UE tras haber capitaneado la transición ecológica en España desde 2018

La ministra de Pedro Sánchez ocupará la primera Vicepresidencia del equipo de Von der Leyen, que también le ha otorgado la influyente cartera de Competencia. - Foto: EFE

De Madrid a lo más alto de Bruselas. Ese ha sido el sendero que ha seguido Teresa Ribera hasta convertirse en la mano derecha de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, donde será la socialista con más poder del nuevo Gobierno comunitario, rodeada de otros cinco dirigentes con menos peso político. La que hasta ahora es la número tres del Gabinete de Pedro Sánchez será la vicepresidenta ejecutiva de la institución, además de ser la encargada de capitanear el departamento de Transición Limpia, Justa y Competitiva, así como el de Competencia, uno de los más influyentes. De esta forma, la ministra tendrá la última palabra sobre fusiones y adquisiciones de empresas y vigilará la libre regulación del mercado interior. 

Pese a que aún tiene que ser confirmada por la Eurocámara, su nombramiento se da por hecho porque Ribera cuenta con bastante experiencia en los ámbitos que va a pasar a controlar a nivel europeo. Nacida en 1969 y licenciada en derecho en 1992 por la Universidad Complutense de Madrid, ha ocupado diversos cargos en la Administración y desde 2018 forma parte del Gobierno de Sánchez. Ese mismo año, el líder del Ejecutivo le encargó pilotar la lucha contra el cambio climático al frente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y en 2020 se convirtió en vicepresidenta.

También fue directora de la Oficina Española de Cambio Climático desde 2004 a 2008 y ocupó la Secretaría de Estado de Medio Ambiente desde 2008 hasta 2011. Como gran conocedora de las negociaciones internacionales en estas materias, su participación en la consecución del Acuerdo de París y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fue reconocida globalmente.

Durante su mandato, impulsó una ley de cambio climático y transición energética en España, además de presentar el Plan Nacional de Energía y Clima e impulsar la descarbonización, entre otros avances. También fue designada para llevar a cabo el plan de desescalada por la pandemia de la COVID-19.

Más tarde, en julio de 2021, Sánchez llevó a cabo una remodelación en su segundo Gabinete en el que eliminó la Vicepresidencia cuarta y Ribera pasó a ser la tercera, en sustitución de Yolanda Díaz, que fue segunda. En las últimas elecciones de la UE del 9 de junio, lideró la candidatura socialista, aunque luego renunció a su escaño en el Parlamento Europeo. 

A través de un mensaje en X,Ribera se mostró «honrada» por la designación de Von der Leyen. Si es finalmente aprobada como comisaria, llegará a Bruselas en un escenario en el que ya se ha aprobado la ley de Restauración de la Naturaleza en la Unión Europea, que pide restaurar al menos el 20 por ciento de sus zonas terrestres y marinas para 2030 y todos los ecosistemas que lo necesiten para 2050.

Además, una de las próximas grandes citas a nivel internacional será la Cumbre del Clima de la ONU en Azerbaiyán, la COP 29, que comenzará el próximo 11 de noviembre. Este es un marco internacional en el que la ministra se ha movido hasta el momento como pez en el agua, dada su larga experiencia en cumbres del estilo, donde su capacidad de negociación y trabajo son año a año elogiados por distintos países. De hecho, en las últimas COP ha ejercido de facilitadora de varios temas del debate climático.

Enfrentada a ganaderos

Entre sus quehaceres en España, también lidió con el acuerdo para el cierre ordenado de las centrales nucleares, firmado con el sector en 2019, y la aprobación del VII Plan de Residuos Radiactivos, que descartó finalmente la construcción de un almacén temporal centralizado de vertidos radiactivos (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca).

Ribera, además, propició, tal y como pedían las organizaciones ecologistas, la protección del lobo más allá del sur del Duero, lo que le procuró el rechazo de las comunidades autónomas afectadas, cazadores y ganaderos, que también le afearon su apoyo al reglamento comunitario de Restauración de la Naturaleza.

La socialista llegó a acuerdos con otras regiones, incluso de signo distinto al del Ejecutivo actual, en materia de protección de los humedales, como el alcanzado con la Junta de Andalucía para la protección de Doñana, o el de Murcia para la recuperación del Mar Menor.

Asimismo, la nueva comisaria de la UE impulsó los dos proyectos de leyes básicas para agentes y bomberos forestales, que se encuentran en fase parlamentaria. Además, dejará probablemente pendiente la obligación de presentar en octubre una estimación de cuántas botellas de plástico se recogen de manera separada en España, un dato que debe acompañar a la Ley de Residuos.

En cuanto a temas energéticos, Ribera consiguió a principios de año el respaldo de la CE de la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que eleva los objetivos de reducción de emisiones de CO2, la eficiencia energética y la penetración de las renovables. A nivel europeo, lideró la negociación de la reforma del mercado eléctrico y sacó adelante la excepción ibérica, que permitió reducir el precio de la electricidad en España y Portugal en los momentos más duros por la crisis en el sector por la guerra en Ucrania.

Por último, se deberá continuar con el despliegue de la energía eólica marina, pero con las cautelas ambientales necesarias para evitar impactos negativos en la fauna y conflictos entre los sectores interesados y las poblaciones costera. Del mismo modo, tendrá que proseguir el desarrollo del cuarto ciclo de planificación hidrológica, la política de agua que deberá regir los siguientes siete años, de 2028 a 2035.