El Real Ávila ya sabe lo que es jugar como equipo de Segunda Federación. El club encarnado regresó al Adolfo Suárez para disputar su primera amistoso de la pretemporada contra Unionistas de Salamanca, un rival de superior categoría (Primera RFEF) y más rodado. La lógica se impuso y los salmantinos ganaron a los abulenses, que aún necesitan recuperar el tono físico y competitivo de la temporada pasada. El encuentro despertó un gran interés en la ciudad universitaria, ya que un nutrido grupo de aficionados se desplazó hasta Ávila para acompañar a su equipo. También la hinchada abulense bajó en buen número hasta el estadio para conocer los primeras impresiones de la plantilla de Miguel de la Fuente.
El entrenador vallisoletano apostó por una alineación plagada de jugadores nuevos. Hasta siete incluyó en su primer once del verano: Ñete en la portería, Pedro Aguilera, Deiby y Herrador en la defensa, Vitolo en el centro del campo y Ayoub y Mario Rivas en el ataque. Sin embargo, como bien anunció en la previa, De la Fuente utilizó a todos sus jugadores convocados (23) para que se cargaran de minutos y sensaciones.
Como era de esperar, Unionistas dominó el encuentro casi en su totalidad. Durante la primera parte, el balón estuvo casi siempre en poder de los visitantes, que enlazaron varias oportunidades claras de gol que no llegaron a materializar (varios cabezazos fuera, un par de intervenciones de Ñete). A pesar de ello, el Real Ávila se mostró sólido en defensa y con personalidad en ataque cuando el rival se le permitió. Así pudo disfrutar de un par de acercamientos sobre el área de Iván, que no pasaron de eso, de meras llegadas. Cuando parecía que el partido iba a llegar sin goles al descanso, Adrián adelantó a Unionistas. El delantero culminó un contragolpe que había nacido tras un mal control de Álex Moreno en la otra parte del campo.
Una derrota que debe servir para aprender - Foto: Isabel GarcíaCon ese jarro de agua fría se marchó el Real Ávila a los vestuarios, de donde volvió con un equipo totalmente renovado. Los hombres fuertes del ascenso (Tena, Pascual, Toper) salieron a la palestra para dar otro aire al equipo. Pero un fallo defensivo en cadena (pudo haber fuera de juego) culminó con el segundo gol visitante, obra de Iván Moreno. El Ávila lo tenía muy cuesta arriba.
Con el partido ya encarrilado, Unionistas bajó la presión y los encarnados pudieron mover más cómodos el balón. Eso no impidió que los salmantinos siguieran llegando con peligro. De hecho, solo el palo impidió que Steffan ampliara aún más la distancia en el marcador. Sin embargo, lo que sucedió fue lo contrario. Tras la segunda parada de refresco (hizo mucho calor durante todo el duelo), Toper lanzó una falta que cabeceó a gol Carlos Pascual, autor del primer tanto del verano para el Ávila. Eso despertó entre los encarnados la ilusión del empate, pero este no llegó.
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Los de De la Fuente perdieron su primer partido de la pretemporada, pero el miércoles tienen otro test de altura ante la Segoviana. Otra prueba para seguir aprendiendo.