«Hemos podido echar raíces en esta ciudad»

B.M
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La doctora Eylen Avilés, llegada de El Salvador, repasa su vida y cómo fue acogida por Ávila

«Hemos podido echar raíces en esta ciudad» - Foto: Isabel García

Eylen Avilés está asentada en Ávila, un lugar en el que probablemente no se veía años atrás pero en el que ha encontrado su hogar. Procedente de El Salvador, esta doctora dice que en Ávila la comunidad salvadoreña es pequeña pero ella ha podido desarrollar su vida personal y profesional, lejos de esa infancia en la capital de El Salvador, hija de una matrimonio formado por un médico y una farmacéutica. Allí realizó sus estudios de Medicina y las prácticas hasta que llegó el momento de decidir la especialidad tras graduarse y casarse en el mismo año. Ella y su marido tuvieron que decidir el lugar en el que hacer la especialidad y su opción fue Europa y, finalmente, España. «En un mes nos graduamos, casamos y nos vinimos a España», explica. 

Su primer destino fue Madrid, donde asistió a una academia para preparar el MIR en un «proceso bastante duro» porque había dejado atrás a la familia y estaban los dos «prácticamente solos». Y sí, fue duro, pero también «emocionante», recalca, porque venían «a un país totalmente diferente, a una cultura totalmente diferente».

Tras pasar el MIR llegó el momento de elegir especialidad (un proceso nada fácil) y ella se decantó por Medicina Familiar en Zamora, aunque vivía en Salamanca donde fue a trabajar su marido (traumatólogo). Cinco años estuvieron con las especialidades, tiempo para tener su primer hijo, y tener que tomar una nueva decisión, dónde ir a trabajar.  Lo que buscaron fue «una ciudad que nos diera trabajo a los dos y al mismo tiempo» porque querían un lugar cómodo para tener una familia y eso es lo que encontraron en Ávila, con horarios que les facilitaban la conciliación. Entonces no conocían la ciudad, pero estaba cerca de Salamanca y Madrid y con la oferta de contrato para los dos la decisión fue más fácil y así fue como llegaron «juntos» en 2018. «Y desde entonces estamos aquí, la verdad que felices, con un ambiente agradable» y con esa opción «de conciliar» en una «ciudad muy tranquila».

Su segundo hijo ya nació aquí y eso ha reforzado la idea de que era la mejor decisión para ellos porque les ha permitido «echar raíces en esta ciudad y crecer tanto en familia como profesionalmente».

Este crecimiento se hace con Eylen trabajando dentro del sistema público, en Madrigal de las Altas Torres, pero también adentrándose en la parte privada gracias a su máster en medicina estética, lo que hace posible que trabaje  en la Clínica Mercedes Manquillo. De esta forma, en el sector privado también puede desarrollar algo que la gusta, la medicina estética.

Cuando piensa en El Salvador echa de menos «muchas cosas» porque, a pesar de ser el país «más pequeño de América», es «precioso». Ir allí no es un viaje que se pueda hacer cuando uno quiere porque son muchas horas (13 ) así que cuando va, dice, «tienes que pedir un 15 días de vacaciones como para poder disfrutar» de la familia, la playa y el clima cálido, algo que aquí es más difícil encontrar. También añora la comida, explica.

 Y a pesar de ello ella se ve en Ávila «mucho tiempo» porque ha «echado raíces» y ve crecer a sus hijos «en un buen colegio, con amigos y en un entorno agradable». En definitiva, aquí han encontrado una buena vida, buenas amistades y por eso, al menos ahora mismo, no se imagina en otro lugar.