El Complejo Asistencial de Ávila pasó un verano de «actividad bastante normal en líneas generales», con la habitual bajada de este periodo, pero con el problema de Urgencias, tras las bajas y la pérdida de algún facultativo. Es por ello que la gerente de Asistencia Sanitaria de Ávila, Isabel Martiño, anunció que la idea es que en septiembre las Urgencias tengan «un cambio radical de forma de trabajar» porque tienen «claro que no queremos volver a pasar un verano así» porque «se han juntado muchos factores, algunos imposibles de prever como han sido cuatro bajas. Pero no tenemos que llegar a esto». Es por ello que en septiembre habrá una reunión «para dar una vuelta a todo el servicio» y, a partir de ahí, se podrá ver qué decisiones toman y cómo es esa reorganización de este servicio. Reconoció que tienen «margen de mejora» y por eso se van haciendo reuniones y se afrontará la situación «una vez pasado el verano, que era la primera crisis que teníamos que afrontar» y también cuando llegue la incorporación de nuevos profesionales.
Martiño insistió en que la actividad en el Complejo Asistencial fue normal en verano «como corresponde a un periodo vacacional en el que los profesionales toman vacaciones y toda la actividad baja siempre un poco» por lo que en «líneas generales está funcionando bien», con menos actividad en quirófanos, con las consultas abiertas y sin plantas hospitalarias cerradas más allá de «unos días la octava» por las obras en la cuarta de Pediatría, que ya están finalizando.
Respecto a Urgencias, recordó que a finales de junio hubo cuatro bajas laborales y a lo largo del año habían perdido facultativos porque se habían ido a trabajar a otros lugares, aprobado la oposición de Atención Primaria o movido por otras circunstancias, especialmente cuando «los profesionales se mueven sobre todo en tiempos en los que hay oferta de trabajo en todos sitios».
Esto hizo que se afrontara «el verano con dificultades» y se hicieran reuniones con CSIF, «que mostró su interés» y el servicio, para proponer diferentes plantillas de trabajo y elegir una. A partir de ahí «se ha ido trabajando» con el servicio todos los días, se han incorporado profesionales y se ha hecho refuerzo con los residentes por las tardes que están echando una mano. Se ha hecho todo lo posible» y así se ha mantenido la atención en verano.
Por eso asegura que fue una «sorpresa» cuando llegaron las críticas desde CCOO en agosto «cuando ya habíamos pasado lo peor» porque «lo más crítico fue finales de junio, principios de julio». Aún así se reunieron con ellos y se les proporcionó los datos, asegura, con lo que estaban haciendo. «Poco más se puede hacer que estar encima cada día, estando en búsqueda activa intentando incorporar profesionales y con el entendimiento de las centrales sindicales y del servicio», asegura. Con ello se ha logrado que «no haya más reclamaciones en Urgencias en verano que otros años» y «no haya más esperas que otros años y eso era lo más importante para nosotros porque nos preocupamos por los profesionales pero fundamentalmente por el paciente, para que no hubiera repercusión».
De esta forma se pasa un verano en el que «no hemos querido entrar en quitar vacaciones ni nada por el estilo, lo habríamos tenido muy fácil si hubiéramos quitado las vacaciones a los profesionales pero esa es una idea que no se nos pasó nunca por la cabeza porque no nos parecía lo correcto». Ya mirando al futuro, está la incorporación de nuevos profesionales para lo que se está «tratando con los residentes» dado que este año han tenido el problema de que no terminaron la residencia en mayo o junio, como otros años, sino en septiembre u octubre, y no han podido contar con ellos en verano como en otras ocasiones para cubrir las vacaciones.
En cuanto a la plantilla, señaló que una de las actuaciones que hicieron «fue fidelizar a nuestros trabajadores, pasando de una plantilla de 17 facultativos (el resto estaba fuera de plantilla) a lograr una plantilla orgánica de 29, «un número ideal o por encima de lo que posiblemente sería necesario aquí en Ávila» pero considera que hay que tener en cuenta que es «un servicio con mucha presión y tiene que trabajar cómodo y bien. Luchamos por tener una plantilla con mucho número de profesionales».
Hasta hace poco, señaló Martiño, han tenido «la plantilla prácticamente cubierta» pero se produjeron los problemas con las marchas, bajas y vacaciones y se llegó a contar con entre 18 ó 20 facultativos para trabajar, teniendo en cuenta que todavía siguen con las bajas que se produjeron a principios del verano.
Con ello, actualmente «están trabajando 20 adjuntos con el apoyo de los residentes» y tienen «dos incorporaciones previstas dentro de poco. Estamos llegando a una actividad prácticamente normal».