SI este pasado domingo se había llevado a cabo una numerosa concentración de carácter ciudadano en la capital abulense para canalizar el rechazo al terror de Hamás y a la violencia ejercida en la escalada belicista de Israel contra el pueblo palestino en Gaza, este lunes le tocó el turno al acto convocado desde el sindicato Comisiones Obreras para trasladar toda la solidaridad y el apoyo al pueblo palestino y pedir la acción internacional para apostar por su «libertad» y garantizar la ayuda, al considerar que «no podemos ser meros testigos de cómo Israel se prepara para una invasión terrestre de la Franja con el objetivo de arrasarla».
El secretario provincial de CCOO, Óscar García Barroso, leyó un comunicado y explicó que Ávila se sumaba a otras ciudades para denunciar la situación «crítica» y «la violación de las Convenciones de Ginebra» que está sufriendo la Franja de Gaza a raíz de «los ataques aéreos del Ejército israelí, algunos de ellos con fósforo blanco, contra zonas densamente pobladas e infraestructuras civiles como escuelas y hospitales», con el resultado de más de cuatro mil palestinos fallecidos, la mitad de ellos niños, y el desplazamiento de más de 420.000.
El responsable de CCOO en Ávila explicó que «no puede haber ser humano que se muestre impasible» ante las imágenes que están llegando de las «atrocidades» que, afirmó, se están cometiendo, insistiendo en que «Hamás no es toda Palestina».
En el comunicado se lamenta que las autoridades israelíes «han recrudecido su bloqueo sobre la Franja» y que «esto supone un castigo colectivo al conjunto de la población gazatí» que es «contrario al derecho internacional». Para CCOO el desplazamiento forzoso de población es «una nueva violación de los derechos del pueblo palestino tras 75 años de apartheid, violencia y exilio».
En este marco, creen «imperativo» responder al llamamiento urgente de financiación realizado por la UNRWA (Agencia de la ONUpara refugiados palestinos) para poder atender las necesidades humanitarias. También se pide a España que lidere «una posición comunitaria que condene inequívocamente los ataques israelíes, trabaje para garantizar la llegada de la ayuda humanitaria a Gaza y apueste por la libertad del pueblo palestino».
Un vecino de Ávila de origen palestino, Mohamed Jibreel, explicó que no está en contra de los judíos por ser judíos sino de los «sionistas», al entender que «el Estado Israel es la extensión del colonialismo», y achacó «la barbarie al señor Netanyahu, que tiene a nuestro pueblo ocupado y amenazado». Ataviado con una bandera palestina se preguntó «dónde está la humanidad», a raíz de la visita de líderes mundiales a Israel, y recordó que el problema «no es de hace dos días, sino de 1.940». En su caso explicó que su familia fue forzada a irse de Palestina y que cuando volvió encontró su casa y su tierra «ocupadas», de ahí que pidiera apoyo para «esta causa justa».