Música. Sucesión de sonidos modulados para recrear el oído. Naturaleza. Medio físico en el que coexisten los seres vivos y los inertes al margen de la vida urbana. Ingredientes que han de conjugar perfectamente, más en este tiempo en el que la sostenibilidad se ha convertido en cuestión prioritaria para los gobiernos, porque para los ciudadanos, a pesar de algunos excesos cometidos, no cabe otra cosa que la protección de lo que le rodea. 
Música y naturaleza juegan a la complicidad desde hace dieciocho años en Músicos en la Naturaleza. Cumplirá su mayoría de edad, sin tener en cuenta los parones por la pandemia, si este año vuelve a celebrarse el festival. Da la impresión de que no se sabe hacia donde llevar esta cita, porque el exceso de certámenes ha situado a los grupos musicales en el mercado a precios desorbitados, y en los que llega a entrar en juego incluso la subasta, con grupos inversores por detrás cuyo fin es ganar cuanto más mejor... y ahí, la administración se bloquea. Pero cabe apelar a la responsabilidad, al compromiso y al buen hacer de la Junta para seguir adelante con un hito ya consolidado. Dieciocho años desde aquel 2006 que trajo a un grandioso Sting, ex líder británico del grupo Police, que dentro de su gira 'Broken Music' cautivó a las 11.000 personas que se dieron cita en la finca del Mesegosillo.
El cambio de reglas en medio de la partida obliga a demostrar capacidad de reacción a lo que la administración pública, un mastodonte pausado, no suele acostumbrarse, pero hacerlo marcará la diferencia. 
Empresarios de Gredos y casas rurales, a pesar de no disponer de fecha aún, y, en teoría, con el festival a dos meses, quieren dar el beneficio de la duda a Patrimonio Natural porque saben que es un evento que hay que conseguir mantener como sea, y más si se vuelven a consolidar en las fechas de junio o julio, como cuando comenzó todo, y antes de la espiral de festivales.
Tenemos la suerte y la desventaja de tener una finca como el Mesegosillo. Suerte porque es un lugar idóneo para este festival. La desventaja, que no es un campo de fútbol que puede congregar a decenas y decenas de miles de personas, que es lo que buscan algunos artistas y festivales. Hay lo que hay, y sobre eso hay que volver a reconstruir 'Músicos en la Naturaleza', porque seguro que hay soluciones. Lo bueno es que después de tantos bandazos, hay varios experimentos que analizar y encontrar la mejor solución ahora mismo. 
'Músicos' en un activo de Gredos y de Ávila, y mantenerlo, una responsabilidad. Que así sea.