Según la Ley de Régimen Electoral General, no existe ningún impedimento legal para que pueda celebrarse una moción de censura contra el alcalde de Vita. Esa es la conclusión que se desprende tras la lectura del texto y de la consulta realizada por Diario de Ávila a un especialista en la materia. Por tanto, después de los últimos movimiento realizados desde la formación de Por Ávila para la tramitación de la moción de censura, ahora le toca al Partido Popular si acepta o rechaza la propuesta para desbancar a Antonio Martín de la alcaldía de su pueblo.
El artículo 197 a) de la Ley de Régimen Electoral General establece lo siguiente: «La moción de censura deberá ser propuesta, al menos, por la mayoría absoluta del número legal de miembros de la Corporación y habrá de incluir un candidato a la Alcaldía, pudiendo serlo cualquier Concejal cuya aceptación expresa conste en el escrito de proposición de la moción. En el caso de que alguno de los proponentes de la moción de censura formara o haya formado parte del grupo político municipal al que pertenece el Alcalde cuya censura se propone, la mayoría exigida en el párrafo anterior se verá incrementada en el mismo número de concejales que se encuentren en tales circunstancias. Este mismo supuesto será de aplicación cuando alguno de los concejales proponentes de la moción haya dejado de pertenecer, por cualquier causa, al grupo político municipal al que se adscribió al inicio de su mandato». Por tanto, la única condición que se debe dar es que tanto la concejala de Por Ávila (Rebeca Languidey) y el del PP (Raúl Blázquez) firmen el escrito para la moción de censura.
Hace unos días, este periódico consultó a fuentes del Partido Popular abulense sobre la posibilidad de llevar a cabo este proceso administrativo. Sin embargo, aludieron al Pacto Antitransfugismo como elemento que dificultaba los trámites. Para el experto consultado por Diario de Ávila, «el Pacto Antitransfugismo aquí no tiene objeto de aplicación, porque no existe transfugismo». Antonio Martín fue expulsado del Grupo Municipal del PP después de que trascendiera el vídeo con sus cánticos pederásticos durante las fiestas de su pueblo. Al no dimitir, continúa como concejal no adscrito dentro del Pleno de Vita. Por tanto, no hay transfugismo al no existir voluntad de Martín de cambiar de partido político.
De este modo, la historia podría repetirse en la localidad morañega. En el año 2016 ya se celebró una moción de censura en Vita y también estuvo implicado Martín, aunque en aquella ocasión ejerció como proponente.
Los acontecimientos ocurrieron del siguiente modo. Las elecciones municipales de mayo de 2015 arrojaron un resultado en Vita de dos concejales del PP (Emilio Hernando y Antonio Martín) y uno del PSOE (Audacio García). Como Hernando obtuvo un voto más que Martín (43 a 42) el primero fue proclamado alcalde del municipio, tal y como establece el régimen de Concejo Abierto por el cual se rige Vita. Sin embargo, pasado un año y medio desde los comicios y después de que las relaciones entre los dos concejales populares se enturbiara, Martín propuso al edil socialista Audacio García una moción de censura contra Hernando que, gracias al respaldo de ambos, se pudo llevar a cabo.
Ahora, casi ocho años después de aquello, Antonio Martín puede vivir otra moción de censura en sus propias carnes, aunque esta vez podría perder la alcaldía si el PP acepta la propuesta de Por Ávila.
Izquierda Unida. Juan Gascón, coordinador de IU en Castilla y León, presentará una denuncia ante la fiscalía por la «repugnante actuación» de Antonio Martín, alcalde de V ita. Gascón manifiesta que «no podemos quedar impasibles ante este tipo de actitudes, que forman parte de lo que ONU Mujeres define como 'cultura de la violación', que deben ser reprimidas legalmente para evitar su propagación y frenar su difusión».