Los timoneles del Clásico

C. de la Blanca (spc)
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Camavinga y Casadó apuntan a ser los dos jefes de la sala de máquinas en el encuentro del Bernabéu. Ambos son claves pese a presentar roles diferentes

Los timoneles del Clásico

Aunque los múltiples fogonazos de calidad que han dejado esta semana Real Madrid y Barcelona en sus respectivos partidos de la Champions inviten a babear con los regates de Lamine Yamal y Vinícius, el pundonor de Antonio Rüdiger o la eficacia y momento de forma de Raphinha, gran parte de lo que se cocine mañana en el clásico del Santiago Bernabéu pasará por la medular de ambos conjuntos.

En el Madrid no está claro quién es el jefe de esa sala de máquinas esta temporada. Es más, ha llegado un momento en el que resulta hasta complicado tratar de adivinar qué intentará Carlo Ancelotti frente al eterno rival, toda vez que trata de buscar una solución a lo partido que se está mostrando su equipo últimamente.

La respuesta, por capacidades, por su suplencia en el encuentro ante el Dortmund del pasado martes y por la lesión de Rodrygo, apunta a ser Eduardo Camavinga. El francés es la pieza más consistente que tiene el de Reggiolo para garantizar cierto control y, a su vez, dotar a su combinado de un jugador que puede hacer daño y destruir presiones conduciendo la pelota.

El galo presenta buenas cifras esta temporada en lo que se refiere a ese tipo de jugadas, con 1,75 por partido en LaLiga. Pero es que, además, también está muy vinculado con el trabajo defensivo, siendo uno de los mejores de las cinco grandes Ligas en derribos (3,37 por choque), intercepciones (1,33), bloqueos (1,92), despejes (1,79) y duelos aéreos ganados (1,29).

Meteórico

En el bando contrario, la manija del Barcelona recaerá en un Marc Casadó al que ni el más optimista imaginaba ocupando ese puesto en un clásico a comienzos de la campaña.

Ese rol fue de primeras para Marc Bernal, otro jovencísimo pivote caído en desgracias cuando estaba mostrando todo su potencial, ya que sufrió una grave lesión de rodilla por la que se perderá lo que resta de curso. A partir de ese momento, con Frenkie de Jong lesionado, Hansi Flick lo tuvo claro: le dio las llaves del equipo a Casadó, que también parece haberse impuesto a Eric García como otro competidor por ese puesto.

El canterano sacó a relucir todas sus capacidades en el día más importante hasta la fecha en el proyecto del alemán en la Ciudad Condal: contra el Bayern, el catalán fue el 'faro' de los suyos, distribuyendo, siendo un resorte en la presión y minimizando a Kimmich.

En comparación con Camavinga, Casadó destaca más en pases intentados y en el porcentaje de acierto de estos, además de en los envíos que hacen progresar al equipo.

Son dos timoneles diferentes que marcarán en el clásico la forma de jugar de Real Madrid y Barça.