Ahora resulta que la culpa de que el novio de Díaz Ayuso defraudara a Hacienda y se lucrara obscenamente con la trapisonda de las mascarillas mientras todo el mundo andaba aterrorizado, y los ancianos de las residencias madrileñas muriendo a miles sin atención hospitalaria, va a ser de la Fiscalía Provincial de Madrid. Que tal disparate sea esgrimido, retorciendo la verdad y la razón, por la novia, que, por cierto, reside en el pisazo que se sospecha adquirido en parte con los dineros de la defraudación, podría entenderse no sin algún esfuerzo, pero que tamaño dislate sea de alguna manera refrendado nada menos que por el Colegio de Abogados de Madrid, lo eleva a los espacios infinitos. ¿Quién le ha podido dar vela en ese entierro al Colegio de Abogados? ¿Quién se la dió, o a instancias de quién, cuando, también sin venir a cuento, expresó su más enérgica repulsa de los pactos entre el PSOE y Junts para poder formar el gobierno que Feijóo no pudo formar?
Como se sabe, La Fiscalía, que dió el correspondiente curso legal a la denuncia que le trasladó Hacienda sobre los delitos fiscales del novio, creyó necesario hacer pública una nota para salir al paso de las insidias y falsedades que se estaban vertiendo sobre su actuación institucional, una de las cuales quedó particularmente desarmada en esa nota al revelar el correo en que el letrado del novio reconocía explícitamente la comisión de los delitos detectados por Hacienda. Y ahí ardió Troya para los que deben considerar que la denuncia pública de un delito es mucho más grave que el delito, de modo que, sin pensárselo dos veces, ni una por lo que se ve, han acusado y denunciado a la Fiscalía por la "filtración", como si ésta no tuviera la obligación de ser abierta y transparente con la sociedad a la que sirve.
Como táctica para desviar la atención sobre el meollo del asunto, los palos a Hacienda del novio y las derivaciones políticas hacia la novia, es clásica, pero mastuerza. ¿Para qué cree el Colegio de Abogados que sirve la Fiscalía, sino para defender la legalidad? Es más, ¿para qué cree el Colegio de Abogados que debe servir un Colegio profesional? No, ciertamente, para atizar a las instituciones o al Gobierno en sintonía con las estrategias de la oposición.