Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Money

23/11/2023

Considerando, como sostuvo Groucho Marx, que el matrimonio es la principal causa de divorcio, los esponsales con los catalanes fruto de los cuales ha nacido un gobierno pueden acabar bien o mal. Pero de partida baratos no van a ser. Porque la condonación de un 20 por ciento de la deuda catalana va a suponer no ya lo propio con el resto, incluidos nosotros, sino que va a incrementar el riesgo país que representa la deuda estatal.
Y ahora que Europa nos llama la atención con relación a nuestros gastos excesivos, no parece que sea buena cosa que el Estado (que es el que pone y quita la mayoría de los impuestos, IRPF e IVA incluidos más las cotizaciones sociales) se endeude más a cuenta de la deuda regional. Porque conviene recordar que son las personas y no los territorios los que pagan impuestos. Y sobre las personas recaerá la sobreexplotación de recursos estatales.
Hay otra mala noticia: anular facturas bajo presión sin compensaciones adicionales no es un buen ejemplo para el gasto manirroto y para futuros episodios. Poner embajadas no es barato, como tampoco lo es duplicar policías o televisiones y radios autonómicas de 400 millones de euros. Pero cuando se hace tabla rasa se amortiza lo que se debe no cómo se gasta. Y en eso por aquí en Castilla y León lecciones pocas. De hecho, la región que más adeuda es la catalana.
Total que ese coste sobre las arcas del Estado tiene poco de ejemplificador y no parece resolver nada más que los problemas específicos de una comunidad que tiene capacidad de presión. Ahora comienza la elaboración express de los presupuestos del 2024 y todo indica que hay que ajustar 10.000 millones al menos que saldrán de menos gasto o más ingresos. Así que lamentablemente la quita va para los entes y no para los ciudadanos. ¿Se imaginan una quita del 20 por ciento de su factura de IRPF en la nómina? ¿O lo propio en lo que pagan los autónomos mensualmente? ¿O una reducción semejante para quienes tienen deudas con Hacienda adquiridas porque su empresa ha tenido problemas? Es lo que tienen los nacionalismos: que confunden las prioridades.