Un itinerario cultural une los 10 núcleos de Solana de Ávila

Mayte Rodríguez
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A través de 34 cerámicas con código QR, los vecinos ponen voz y cuerpo a la memoria colectiva, siendo el resultado de un proyecto de mediación cultural denominado Tradêre a punto de finalizar

Un itinerario cultural une los 10 núcleos de Solana de Ávila

Un solo ayuntamiento, el de Solana de Ávila, cobija administrativamente diez núcleos de población dispersos, pueblos en un territorio escarpado y bello  que siempre fueron pequeños pero a los que el éxodo rural primero y la posterior despoblación dejó muy mermados. De hecho, algunos de ellos quedan  vacíos en invierno. Pero sus vecinos se resisten a que caigan en el olvido sus costumbres, su forma de vida tradicional e, incluso, aquellos rincones que en otro tiempo fueron escenarios vitales y que están dejando de serlo. Por ello, han participado activamente en un proyecto que está a punto de concluir, denominado 'Itinerario Tradêre'. «Surge como una reflexión sobre los vínculos que nos unen con los territorios que habitamos, que forman nuestra identidad cultural y cuyos objetivo es recuperar los espacios de encuentro entre la comunidad», explica Paula Maceiras, agente de desarrollo rural del Ayuntamiento de Solana, que lo ha financiado.

Durante meses, el proyecto Tradêre promovió un espacio de reunión semanal para los vecinos, que se reunieron en 14 ocasiones para «conectar diferentes generaciones y crear un ambiente de confianza en el que reflexionar, disfrutar y compartir». Así es que cada miércoles la reunión se celebró en uno de los 10 pueblos: La Zarza, Los Mazalinos, Solana de Ávila, Los Narros, Serranía, Santa Lucía de la Sierra, Los Loros, Casas del Rey, El Tremedal y Los Cerrudos. 

El resultado de esos encuentros es un itinerario cultural por todos ellos, que puede ser recorrido a pie, en coche o en bicicleta, jalonado por 34 cerámicas, cada una con un código QR, escaneable desde un móvil, mediante el que se accede a material audiovisual en el que los vecinos ponen voz y cuerpo a la memoria colectiva: Wences habla de cómo pasaban las 'sonochadas' en vecindad; Juana y Sole sobre el tálamo en la celebración de las bodas en La Zarza; Antonio relata  cuando fue zagal en la sierra, ... Y este mes concluirá la iniciativa con la plantación de un olmo, símbolo del proyecto Tradere y de la vida en comunidad en las plazas de los pueblos. 

Esta obra colectiva ha sido coordinada por Paula Maceiras, técnica de Gestión Cultural y Turismo, mientras que la mediación y ejecución técnica ha corrido a cargo de Paula Santos (responsable del proyecto) en colaboración con David G. Ferreiro del colectivo ImagoBubo y de Myriam Díez del Taller cerámico Alboroque, de cuyas manos artesas salieron las cerámicas que componen el itinerario, material elegido precisamente por ser especialmente duradero en una zona de la provincia de Ávila en la que las condiciones climáticas son duras por estar situada en plena sierra del Tremedal.