Un libro literario y espiritual que no renuncia a describir las grandezas monumentales de la ciudad amurallada entremezclando historia, itinerario y singularidades. Hablamos de 'Ávila. La altura espiritual', el libro de viajes escrito por el periodista, poeta y ensayista Carlos Aganzo e ilustrado por el pintor Ricardo Sánchez, que forma parte de la colección Ciudades Patrimonio de la Humanidad que ha editado Tintablanca y que este jueves fue presentado en el Episcopio a la sociedad abulense.
A lo largo de más de 200 páginas, repartidas en diez capítulos, la obra desgrana toda la riqueza que guarda la ciudad de Ávila a través de la narración, cargada de lirismo, síntesis histórica y espiritualidad, y acompañada de las recreaciones de paisajes y rincones de la capital con un tinte poético de un alto hiperrealismo que entronca a la perfección con los textos.
En palabras del alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, es «una pequeña gran obra de arte que recoge con mucho cariño, desde el conocimiento que tiene de nuestra ciudad Carlos Aganzo, la esencia de Ávila».
El propio autor definió su trabajo como «un libro para viajeros, no para turistas, para que el que venga a esta ciudad se quede con lo maravillosa que es. En este libro hay muchas Ávilas diferentes, para que la gente sepa que esta ciudad no es solamente Santa Teresa, San Juan de la Cruz, la Catedral y cuatro cosas más, sino que hay una Ávila de cine, de la cultura, del río Adaja, de los judíos, los moros y los cristianos... todas esas Ávilas que una vez las conoces, seguro que ves la ciudad de otra manera».
Y es que, como comentó, el libro incorpora «todas esas visiones y mis vivencias en Ávila, los amigos, toda la vida» porque se trata de una guía que «es muy mía». Yla escritura es «muy fresca, poética, literaria, tiene mi parte de escritor de viajes de toda la vida, pero con esa capacidad de síntesis que nos caracteriza a los periodistas», subrayó.
Por su parte, Ricardo Sánchez reconoció que se trata del «primer trabajo que hago en este concepto y con estas circunstancias. Carlos es el que me ha involucrado en todo el proyecto y al principio tuve un poco de pánico, pero me he puesto a visionar todas las ilustraciones que tenía que hacer con la cara del viajero, no del artista, y he intentado reproducir lo que yo sentía». También precisó que para ilustrar todos esos lugares ha mezclado «distintas técnicas, los recuerdos, mis vivencias personales del pasado y del presente, y sobre todo pensando en la gente que va a visitar la ciudad, para que tenga una buena impresión del color y la luz de Ávila y la textura de las piedras, que es fundamental».
Mis ojos, Ciudad romana, territorio vetón, Nueve puertas, dos corazones, Juan y Teresa, Teresa y Juan, Locuras de amor en Santo Tomás, Adaja va, lentísima corriente, La altura de la inteligencia, Campanadas a medianoche, Ciudad pintada, ciudad cantada y La concordia (y la heterodoxia) fueron posibles son los títulos de los diez capítulos en los que se reparte el contenido de este libro que es una invitación a viajar a Ávila y disfrutar de ella a través de sus grandes valores en campos como la historia, la cultura, el patrimonio, la religión, la naturaleza, el espíritu y la política, de la mano de sus hacedores.
César Hernández, editor de Tintablanca, explicó que «las Ciudades Patrimonio conforman una suma interesantísima, a la que podíamos dar el valor que tienen por cómo se produce el libro y cómo se ilustra». También anunció que la próxima idea es publicar esta colección en inglés.