'Las semillas del silencio': novela homenaje a Candeleda

Mayte Rodríguez
-

Escrita por Soraya Romero, la protagonista es su bisabuela Gerónima que, tras una vida durísima prohijada por hasta tres familias, encontró la felicidad en la villa candeledana

'Las semillas del silencio': novela homenaje a Candeleda

La periodista y escritora Soraya Romero presentará este mes su novela 'Las semillas del silencio' en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en la biblioteca de la Casa de Las Conchas en Salamanca, pero para ella la presentación más emocionante es la que acaba de protagonizar en el Círculo Candeledano por «la ilusión de poder llevar esta historia al lugar al que pertenece que es Candeleda y, sobre todo, poder hacerla llegar a tanta gente» que proviene de la protagonista del libro: su bisabuela Gerónima López de la Cruz, cuya dramática vida ella ha rescatado del olvido a través de un proceso de investigación de año y medio. 

El resultado es un tributo a su bisabuela y a otros 650.000 niños nacidos en el Madrid  del siglo XIX que  eran considerados 'hijos del vicio' por el simple hecho de haber nacido fuera del matrimonio en una sociedad en la que «la moralidad quedaba por encima de la humanidad», lo que les condenaba a ser criados en la Inclusa, en principio para «salvarlos de las garras de la muerte», pero en aquellos hospicios «las tasas de natalidad eran enormes porque no había suficientes amas de cría para alimentarlos», entre otras cosas porque muchas de las madres «los dejaban allí con la esperanza de recuperarlos, pero en el 99% de los casos no sucedía porque no podían hacerse cargo de ellos debido a la pobreza» en la que ellas mismas vivían, explica Soraya Romero. 

Su bisabuela fue una de esas niñas «incluseras» y falleció sin conocer su verdadera identidad, pero la autora de 'Las semillas del silencio' ha logrado «empezar a tener respuestas a las preguntas con las que ella murió», nos cuenta. Así, descubrió que fue prohijada por varias familias, la tercera de las cuales fue la que le brindó el calor de un hogar. «En esos dramáticos procesos de prohijamiento sí había familias que acababan acogiendo a esos niños como propios y esa es la familia con la que mi bisabuela se topó en Serranillos, que la trató como una hija verdadera y, con el paso del tiempo, decidieron establecerse en Candeleda», apunta la autora. Y allí «ella encontró finalmente la felicidad, allí nacieron sus seis hijos y por eso era de justicia en la novela honrar al pueblo, a sus tradiciones, al vocabulario propio de la zona, ...», adelanta Soraya Romero, que dedica la última parte del libro a su pueblo.

En la novela son los personajes quienes cuentan la historia, tres de ellos reales y otros tres inventados por la escritora, que a través de esta historia quiere dejar claro que «no hay motivo para que a esos niños se les llamara hijos del vicio y se les condenara a crecer con una vergüenza de la que ellos no eran culpables».