La reciente noticia de que Ávila contará este año con una unidad de ictus es un motivo de celebración y otro ejemplo de cómo la movilización ciudadana puede generar cambios sociales significativos. Este anuncio, realizado por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, representa un avance crucial en la atención médica de nuestra provincia, que durante años ha reclamado este servicio esencial.
La creación de una unidad de ictus en Ávila no solo implica la disponibilidad de un espacio físico en el hospital Nuestra Señora de Sonsoles, sino que también significa contar con un equipo de profesionales altamente capacitados y el equipamiento necesario para atender a los pacientes que sufren un ictus. Hasta ahora, la atención se ha realizado a través del teleictus, un sistema que, aunque útil, no puede compararse con la atención integral que ofrece una unidad especializada.
La unidad de ictus funcionará las 24 horas del día, los 365 días del año, y se centrará en la atención aguda y la rehabilitación precoz de los pacientes. La atención oportuna puede marcar la diferencia entre una recuperación exitosa y secuelas permanentes. La incorporación de neurólogos disponibles las 24 horas es un paso significativo hacia la mejora de la atención médica en nuestra provincia.
No hay que olvidar que la presión social y el compromiso de la ciudadanía ha sido importante ante esta reivindicación. La Plataforma por la Sanidad Pública de Ávila ha sido un actor clave en este proceso, recogiendo más de 18.000 firmas. Su labor ha demostrado que la movilización ciudadana puede ser un motor de cambio, y su insistencia en la necesidad de una unidad de ictus ha sido fundamental para que este anuncio se convierta en una realidad.
Es importante recordar que la historia de la sanidad en Ávila está llena de promesas incumplidas. Por ello, la comunidad debe permanecer alerta y continuar exigiendo que se cumplan los compromisos adquiridos. La unidad de ictus es solo un paso en un camino más largo hacia una sanidad pública de calidad, y es responsabilidad de todos asegurarnos de que se mantenga y se mejore.
Lo de esta semana es un hito significativo, como la creación de la unidad de radioterapia, que refleja el poder de la movilización ciudadana y la importancia de la colaboración entre la sociedad y las instituciones. Este logro debe ser celebrado, pero también debe servir como un recordatorio de que la lucha por una sanidad pública de calidad continúa. La comunidad abulense ha demostrado que es fundamental que sigamos trabajando juntos para garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a la atención médica que merecen. La salud es un derecho, y juntos podemos lograr que se respete y se proteja en nuestra provincia.