Trabajar sin número de identificación profesional y sin arma. Esta es la situación a la que se enfrentan los policías interinos de Castilla y León, agentes que sin ser funcionario de carrera ejercen como tal por motivos de urgencia pero que sí han pasado por una oposición. En Castilla y León una treintena de policías se encuentran en esta situación ya que son varios, de hecho, los ayuntamientos que cuentan entre sus plantillas de policía con interinos, entre ellos los municipios de Cebreros, El Espinar o Candeleda. De hecho, en el Consistorio candeledano prácticamente toda la plantila de Policía Local está formada por interinos: nueve de los diez agentes que la integran. Y es Candeleda también la más afectada por esta situación de desprotección que aseguran sufrir los policías interinos por parte de la Junta de Castilla y León y en concreto por parte de Agencia de Protección Civil y Emergencias, que es a quien responsabilizan de la «situación rara y anómala» que están viviendo. «Nuestros derechos se están vulnerando por parte de quien nos tendría que dar amparo», lamenta uno de los agentes de Policía Local interinos de Candeleda, que en esta información ejerce de portavoz del resto de sus compañeros.
«Es como si un profesor interino no pudiera poner exámenes o, peor, como si un cirujano no pudiera utilizar el material de quirófano», pone como ejemplo este agente las dificultades que día a día tienen los policías locales interinos en Castilla y León a quienes la Agencia de Protección Civil y Emergencias se niega a tramitar la renovación, o expedición, de tarjetas profesionales «por el mero hecho de ser interinos». No se trata de algo baladí, prosigue este agente que explica que las tarjetas profesionales son junto el resto de distintivos propios del uniforme que portan «nuestra acreditación profesional frente a los ciudadanos, así como nuestro permiso para el porte del arma reglamentaria asignada».
No contar con esta tarjeta profesional, prosigue explicando este policia interino de Candeleda, no solo obliga a estos agentes a tener que utilizar su DNI ante cualquier comunicación o sanción sino que también impide que la Guardia Civil les conceda el correspondiente permiso para portar armas al carecer de la formación obligatoria que para ello tendrían que recibir de la Junta de Castilla y León, que también se niega a ofrecerla.
Todo esto, asegura este agente en nombre de sus compañeros, tanto de Candeleda como del resto de la región, les está causando «serios problemas» ya que muchos agentes interinos no han podido renovar ya su tarjeta profesional y algunos, los que se han incorporado a las plantillas de forma más reciente, ni siquiera han llegado a contar con ella porque la Agencia de Protección Civil y Emergencias no se la ha expedido.
«Nos jugamos la vida», lamenta este agente que recuerda que pese a no poder portar armas se tienen que enfrentar a situaciones que en no pocas ocasiones implican riesgos. «Tenemos las mismas funciones que el resto de compañeros y obligación de ir allí donde se nos llama; no nos podemos negar porque estaríamos incumpliendo en un delito de dejación de funciones», señala este policía local interino que reconoce, eso sí, que tanto él como el resto de sus compañeros se sienten «muy valorados por el Ayuntamiento de Candeleda». «Es la Junta la que se niega», apunta una vez más de dónde viene un problema que ellos no ven, que el Tribunal Constitucional tampoco y en el que incluso el Procurador del Común les ha dado la razón, instando a la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio a que proceda a emitir las tarjetas de identificación de los agentes de la Policía Local que le han sido solicitadas por el Ayuntamiento de Candeleda para los efectivos que prestan este servicio en dicha entidad local, con un contenido idéntico a las que se vienen dispensando.