Lo importante, que la gente lea, superventas o libros de culto

D. Casillas
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El escritor y crítico José Ignacio García cerró n Ávila el encuentro literario 'La llamada de los libros', organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, para recomendar la lectura de obras de gran calidad de autores de nuestra región

Arribó este martes a Ávila, cerrando con esta cita su gira por Castilla y León, el encuentro literario 'La llamada de los libros', una propuesta del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua a través de la cual el escritor y crítico José Ignacio García comparte con los lectores un puñado de títulos de autores de nuestra Comunidad que tienen aparte de un significado especial para él una calidad y un interés literario sobresalientes.

Consideró García que esta iniciativa, que tiene entre sus objetivos principales el de «fomentar y difundir la literatura que escriben los autores castellanos y leoneses, que tenemos muchos y muy buenos», llega en un buen momento, porque «ahora mismo, tras la muerte de dos autores tan grandes como fueron Delibes y Jiménez Lozano, que fueron referentes por su calidad y porque fueron Premio Cervantes, tenemos autores también muy importantes como Tomás Sánchez Santiago, Óscar Esquivias, José Antonio Abella y González Sainz, que sin embargo, fuera de su entorno, no son tan conocidos como creo que merecen».

Por eso este ciclo de charlas «trata también de alguna manera de desvelar un poquito la gran categoría literaria que tienen estos autores y también otros menos conocidos», una selección formada por «libros que a mí me han tocado especialmente, me han conmovido y me han hecho sentir que no les había elegido yo a ellos para leerlos, sino que ellos me habían elegido a mí como lector».

En ese puñado de títulos hay no solamente «mucha calidad sino también mucha variedad, de temáticas y de estilos», fruto ello de «una búsqueda de mis lecturas de los últimos veinte años, en los que se ha publicado muchísimo en Castilla y León, y muy bueno, aunque también ha habido mucho malo, pero de esto es mejor no hablar».

Caben en esa selección novelas, libros de cuentos, un ensayo, microrrelato y un libro de diarios, escritos por creadores «con estilos absolutamente dispares, unos apostando por el concepto clásico, otros por la prosa poética, alguno surrealista o vanguardista, que hacen cosas un poco extrañas pero que funcionan, y todos terriblemente poderosos en sus argumentos».

leer, leer. En cualquier caso, añadió, «lo importante es que la gente lea, bien esto que recomiendo yo o cualquier otra cosa, y si es de autores de Castilla y León Mejor; que la gente lea superventas o libros de culto, pero que lea. Lo que ocurre es que la literatura que yo de alguna forma llevo en mi maleta en este viaje tiene muy poquito que ver con los superventas literarios, aquí hablamos de literatura de muchísima calidad y yo tengo la sensación de que ahora mismo el mundillo editorial comercial y el mundo de la literatura de calidad, de la que da prestigio, tienen muy poquito que ver».

Al hilo de esa reflexión recordó José Ignacio García una conversación con el abulense José Jiménez Lozano en la que éste le contaba que había ido a una librería, se interesó por el hecho de que sus libros no estuviesen en el escaparate y el librero le contestó que era porque sus libros los tenían en la zona de los títulos de culto, a lo que el autor de El mudejarillo respondió, con su habitual ironía, «pues póngalos en la zona de los libros de incultos, que esos son los que se venden». Y, añadió el ponente, «así es verdad que ocurre, que hay una literatura de fácil digestión, de fácil asimilación digamos, y esa literatura es la que se lee mucho y ojalá se siga leyendo. Pero luego también hay una literatura de mucha calidad para que lectores exigentes, con buen paladar, la puedan disfrutar. Y es un poco de lo que yo hablo, de esa literatura de gourmet, que además se hace en Castilla y en León».