Las instalaciones del Lienzo Norte acogerán este sábado a las 20,30 horas el concierto de la Orquesta Sinfónica de Ávila (OSAV) y lo hará con el despliege de medio centenar de músicos en el escenario para interpretar obras de Mozart y Mendelssohn. Un concierto que es el tercero de esta orquesta desde que empezó la pandemia (después del de Navidad y Semana Santa) y seguramente uno de los más esperados por Juventudes Musicales de Ávila, tal y como apunta su presidente Antonio Martín San Román a Diario de Ávila.
Hay ganas de volver a sentir el respaldo del público, de contar con los aplausos y también con sus aportaciones económicas pues la situación de la orquesta es «difícil» al reducirse las subvenciones. Además aprovechaba nuestra entrevista para llamar a que los abulenses se hagan socios de Juventudes Musicales precisamente para permitirles seguir y crecer. Desde luego ellos ganas le van a poner y así lo están demostrando esta semana en la que están inmersos en horas y horas de ensayo de cara a perfeccionar el concierto de este sábado que se desarrollarán bajo la batuta de José Luis López Antón, director artístico de la formación.
La mitad de los músicos son de Ávila y el resto los aportan diferentes conservatorios superiores. Sus edades, entre 16 y 35 años. Ahora, por delante, tienen muchas horas de ensayo. Comenzaron este lunes, seguirán hasta el sábado y serán ocho horas diarias así que si hacen la cuenta percibirán el mucho trabajo que hay detrás de la actuación del sábado que constará de un programa dedicado a Mozart y a Mendelssohn. Concretamente del primero interpretarán la Obertura de las Bodas de Fígaro y la Sinfonía nº 35 ‘Haffner’ en re mayor K 385; mientras tanto de Mendelssohn tomarán su Sinfonía nº3 ‘Escocesa’ en la menor op. 56.
Dadas, efectivamente, las restricciones de la pandemia el número de músicos será menor de lo habitual y de ir perfeccionando sus actuaciones con el paso de los días se encargarán también profesores de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, quienes siempre se suman a la causa y que irán trabajando con grupos burbuja en principio. Por un lado los violines primeros, por otro, los violines segundos; por otro, las violas. «Se trabaja en ensayos parciales» desvela José Luis López. Y lo mismo que ocurre con la sección de cuerdas ocurre con los vientos: viento madera, viento metal, percusión... Poco a poco hasta que lleguen los ensayos ‘a tutti’, mucho más globales a partir del miércoles y a cargo de López
El camino tendrá sus escollos al igual que el día de la actuación general y es que la pandemia sigue obligando a tomar precauciones y a actuar de una forma diferente, con más distancia de seguridad, sin permitir compartir atriles, escuchándose más cada músico y teniendo menos referencia de los compañeros, pero todo merece la pena para lograr un gran concierto que les permita económicamente tomar un poco de aire y a nivel personal, el aplauso del público que tanto anima.
La actuación musical está abierta a todos los públicos con un precio de 12 euros (con un 20% de descuento para mayores de 65 años y carnet joven y socios de Juventudes Musicales ,gratis). Será, prometen, un concierto sin pausa pero, dados los autores, con dos partes muy bien diferenciadas y con mucho que aportar. No en vano la elección de la obra de Mozart destaca porque no era lo común tener a los vientos y maderas al completo; sobre Mendelssohn decía el director del concierto que hay un salto temporal hasta llegar al romanticismo pleno y a una obra de regia inspiración. En lo sanitario todo está controlado en los ensayos y durante el concierto. Los chicos acceden estos días a las instalaciones tras haberse tomado la temperatura, en principio en grupos burbuja que luego irán creciendo, con la higiene de manos por bandera, distancia de seguridad... El grupo más grande que es el de viento metal relataba Antonio Martín ensaya en la sala más grande.