Una tienda 'tipical spanish', pero con productos de primera; con lo mejor de lo mejor de nuestro país. Ese es el reclamo de Casa Manolo, la cadena de tiendas de delicatessen que triunfa desde hace varios años en Reino Unido. Detrás de esta marca está Manuel Plaza Lorenzo, salmantino de la localidad de Salmoral pero muy vinculado a la provincia de Ávila, concretamente al municipio de Guisando, de donde es natural su mujer, Carolina, y donde el matrimonio tiene una casa que frecuenta con asiduidad.
Casa Manolo, con cuatro tiendas gourmet en Londres, en las que además de comprar producto español de primera calidad también se puede degustar lo mejor de lo mejor de nuestra gastronomía, es una empresa familiar dedicada a la gastronomía española donde el producto estrella sin duda alguna es el jamón ibérico de bellota, que en este caso se exporta desde la localidad salmantina de Guijuelo.
Todas las tiendas de Casa Manolo en Londres están ubicadas en zonas muy exclusivas, como exclusiva es también mucha de su clientela, entre la que se encuentra, confiesa este empresario, hasta la mismísima Familia Real Británica. Es más, cuenta Manuel que Carlos de Inglaterra y los Windsor son aficionados al jamón ibérico de bellota de nuestro país y que son varios los pedidos que Casa Manolo ha recibido desde el Palacio de Buckingham. Pero no solo la realeza compra en estas tiendas delicatesen de producto español en las que también han comprado futbolistas como Mouriño, Fabio Capello o Román Abramovich, el que fuera dueño del Chelsea, y cuya mujer solía frecuentar Casa Manolo. Entre los clientes, también miembros de la Cámara de los Lores y empresarios londinenses que han descubierto las bondades del producto español y en concreto del jamón ibérico de bellota. Y es que en Casa Manolo el rey de todos los productos es el jamón de Guijuelo, que se corta allí mismo a cuchillo. De hecho, una de las peculiaridades de los empleados de esta cadena de tiendas, explica Manuel, es que una parte importante de la formación que los trabajadores reciben al entrar a trabajar es como cortador. Por eso, contratar plantilla es el «mayor problema» con el que se encuentran sus tiendas, como confiesa este empresario que también ha tenido, y aún tiene, negocios en Ávila capital además de en Madrid, y la mayoría de ellos vinculados a la hostelería.
Las tiendas donde Carlos de Inglaterra compra jamón (ibérico)«Desde el Brexit llevar empleados españoles a Reino Unido es muy complicado», reconoce este empresario en cuyas tiendas solo cuenta con personal que conozca «muy bien el producto español» y en especial el jamón ibérico de bellota. Es por eso que la formación de la plantilla de Casa Manolo es fundamental. «Queremos un empleado profesional», asegura este empresario que en sus tiendas de Londres cuenta con mayoría de trabajadores españoles pero también con empleados de otros países a los que se ha enseñado todos los secretos del ibérico. «Quien entra allí tiene que saber cortar jamón y hablar inglés», apunta Manuel dos de los requisitos imprescindibles para trabajar en Casa Manolo.
familia ganadera. A Londres llegó este empresario de la mano de una empresa salmantina de ibéricos que tenía en mente abrir una tienda de productos del cerdo. Sin embargo el concepto de esta empresa no convenció a nuestro protagonista que decidió montar sus propias tiendas aprovechando su experiencia en hostelería y también en el sector, habida cuenta de que proviene de una familia dedicada al ganado que contaba con cebadero propio. Y así fue como nació Casa Manolo hace una década. La primera tienda abrió en la calle Strand, en Wetmister, muy cerca de Trafalgar Square. La segunda, en el elegante barrio de Chelsea. Así, hasta cinco (aunque actualmente una se dedica a almacén) y todas en zonas muy exclusivas de Londres. De hecho, cuenta, el 70 por ciento de los clientes son británicos, el 15 por ciento españoles que viven allí y el otro 15, turistas y gente de paso.
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Casa Manolo, además, está inmerso en un proyecto de expansión en este caso a través de un sistema franquiciado que pretende abrir tiendas en las calles más exclusivas de las principales capitales europeas y en lugares como Roma, París, Bruselas o Berlín y todo bajo la filosofía de la «exclusividad». «Como si fueran los Louis Vuitton de la gastronomía», apunta este empresario al hablar de la idea de este modelo de negocio en el que está a punto de embarcarse la empresa y que también contempla la apertura de otras cinco tiendas más en Reino Unido. Un proyecto en el que están especialmente implicados su hija María y su yerno, sobre todo desde que hace un tiempo Manuel levantara el pie del acelerador tras sufrir una grave enfermedad de la que por fortuna se ha recuperado. Una experiencia que le ha hecho empezar a delegar y tener más tiempo libre para él y también para visitar Gavilanes, el otro pueblo de este empresario que ha situado el producto español en el centro de Londres.