Cáritas alerta de aumento de usuarios del Hogar Santa Teresa

M.M.G.
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Cáritas alerta de aumento de usuarios del Hogar Santa Teresa

El Hogar Santa Teresa de Ávila sale adelante gracias al trabajo de personal contratado, voluntarios e Hijas de la Caridad. - Foto: Archivo

Este domingo se celebra el Día de las Personas sin Hogar, una efeméride que permite a Cáritaspromover la campaña Nadie sin Hogar, que este año lleva por lema 'Caminemos juntos' y que pretende dar voz a aquellos que no la tienen en lo que el Papa Francisco, se argumenta desde la entidad diocesana, definió como 'Sociedad del Descarte'. Se refieren a las personas sin hogar, enfrentando deshumanización, acceso limitado a servicios básicos y ciclos de pobreza perpetuos.

Para paliar este tipo de situaciones, en Ávila contamos con el Hogar Santa Teresa. El anteriormente conocido como albergue de transeúntes dio hace algunos años una vuelta a su concepto para convertirse en un hogar para personas que no tienen el calor de una casa. Actualmente cuenta con 22 plazas. Quince de ellas son para personas que están en proceso de recuperación personal (buscando empleo, recuperación familiar, médica, …). Y las otras siete son para personas que están de paso en la ciudad, que están aquí un par de días y continúan su camino, cinco dedicadas ahombres y dos, a mujeres).

Con datos de octubre, por el Hogar Santa Teresa 374 personas (370 hombres y 70 mujeres). Esto supone un notable incremento con respecto al año anterior, se apunta desde Cáritas Diocesana Ávila, ya que durante todo 2023 se atendieron a 361 personas (13 menos que en lo que llevamos de 2024).

Junto a ello, el Hogar Santa Teresa cuenta con un comedor social, no sólo para los usuarios del centro, sino también para personas, gente de Ávila, derivadas de otros programas de Cáritas o desde el Ayuntamiento (a través de los CEAS). Hasta octubre, se han servido este año 15.803 servicios de comedor, una cifra que, valoran, da verdadero vértigo. Todo ello, a través de unos recursos extremadamente limitados, y siempre priorizando una alimentación casera, que se realiza desde el propio centro gracias a su cocinera.

Esta  labor se realiza a través de personal contratado, voluntarios así como la inestimable labor de las Hijas de la Caridad, la comunidad religiosa que trabaja 24/7 en el centro para que las personas que pasan por él se sientan acogidas de la mejor manera posible, y siempre desde el cariño y la cercanía. "Sin ellas no se puede entender este centro ni la labor que realizamos", explica Juan Antonio Avilés.

El Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas diocesana de Ávila, que gestiona este Hogar Santa Teresa, y que se engloba dentro del Programa de Acogida, realiza un trabajo transversal con el resto de programas de Cáritas, especialmente con las otras áreas de acogida y con el Programa de Empleo, para todo lo que tiene que ver con la formación de los usuarios, de cara a que puedan salir lo antes posible de esa situación de 'sinhogarismo'. Porque no se trata de brindar una cama y un techo: se trata de ayudar a superar esa crisis que les ha conducido a esa realidad. Asimismo, la coordinación se extiende a los trabajadores sociales de la ciudad, así como a las distintas entidades públicas, especialmente el Ayuntamiento y la Diputación (pues también hay una problemática con la falta de viviendas en la provincia).

Para Cáritas, detrás de este incremento del número de usuarios del Hogar Santa Teresa, se encuentra el problema de la vivienda, que ha saltado a la esfera pública como una de las mayores preocupaciones de los españoles. Como destaca Juan Antonio, «en ciudades pequeñas, con los sueldos que hay, o las prestaciones sociales que se dan, es imposible que las personas puedan acceder a un alquiler de una casa o de una habitación. Hemos pasado de pagar por un alquiler 500 y pico euros a más de 700 o incluso 800. Y las habitaciones, aparte de que cada vez hay menos porque están muy colapsadas por estudiantes o por alumnos de la Escuela de Policía o funcionarios, han sufrido un incremento del 30% o 40% de su precio».

Por ello, se insiste desde Cáritas, es necesario seguir concienciando a la sociedad de este problema, que está ahí, que afecta a todos, pero especialmente a las personas y a las familias más vulnerables. A ellos, la Iglesia nunca les dejará solos.