Un viaje transformador por Canarias

E.Carretero
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La piedralaveña Marta Peña ha sido la única castellano y leonesa en participar en el programa Ruta Siete que organiza la Universidad de Las Palmas y en el que 45 jóvenes de todo el mundo han visitado el archipiélago para realizar voluntariado

Un viaje transformador por Canarias

Durante el pasado mes de agosto 45 jóvenes de distintos puntos de nuestro país y también de fuera de España participaron en un viaje transformador que les llevó a recorrer todas las islas del archipiélago canario para realizar acciones de cambio positivo. Entre los jóvenes que vivieron esta experiencia, la piedralaveña Marta Peña, estudiante de Bellas Artes de 23 años que fue, además, la única castellano y leonesa seleccionada este año para participar en Ruta Siete ULPGC (RU7A),  un programa de innovación social sin ánimo de lucro que «fomenta la creación de comunidades con valores y crea oportunidades de acción positiva con el objetivo de dejar una huella positiva en el mundo en el que vivimos, para lograr un desarrollo humano que sea sostenible». 

Más de 900 jóvenes tanto españoles como de otras nacionalidades se interesaron este año por participar en este programa organizado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y  la Fundación Universitaria de Las Palmas que durante 35 días lleva a los 45 seleccionados por las distintas islas canarias para realizar actividades y acciones «que promueven la ciudadanía global, el emprendimiento social, la creatividad, la motivación, la cooperación y el cambio».

«He aprendido que el ego no es sostenible y que la actitud eco no es solo la más responsable, sino que es beneficiosa para nuestro desarrollo», comenta esta joven de Piedralaves que acaba de empezar segundo del Grado de Bellas Artes en Madrid,  al reflexionar sobre su experiencia durante estos 35 días.

Un viaje transformador por CanariasUn viaje transformador por CanariasMarta, que conoció la existencia de RU7A a través de unos amigos, no lo dudó y presentó su solicitud para participar en este programa de voluntariado y concienciación social a través de experiencias reales que generan un impacto emocional en los participantes y que les aportan habilidades y competencias relacionadas con la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad y el bienestar emocional. 

Curiosamente esta joven piedralaveña nunca había viajado al archipiélago canario y gracias a esta experiencia tuvo la oportunidad de conocer todas las islas y en cada una de ellas la ocasión, junto al resto de sus compañeros, de realizar labores de voluntariado tanto social como medioambiental. Así, entre estas labores Marta y sus compañeros tuvieron que limpiar  playas. «La verdad es que me ha impresionado, no por el cambio que hayamos podido realizar, porque al final es muy poco, sino porque el comprobar que metes la mano en la arena y está llena de microplásticos ha hecho que yo ahora esté muy concienciada con ese tema y haya reducido el uso de plástico en mi día a día», explica Marta cómo le ha cambiado esta experiencia que también le ha llevado, por ejemplo, a arrancar raíces invasoras de las playas o a compartir tiempo con personas mayores en residencias. 

Este programa, que recorrió el archipiélago canario del 20 de julio al 23 de agosto, conecta el talento joven con las necesidades del mundo, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Los participantes son jóvenes universitarios «comprometidos con la sociedad y su entorno, personas proactivas que dan un paso hacia adelante y que desean formar parte de acciones positivas de cambio». En un contexto en el que las Islas Canarias y otras regiones turísticas de España se enfrentan a un creciente rechazo al turismo de masas, Ruta Siete ULPGC «se presenta como una alternativa que promueve un turismo sostenible y responsable».

Durante su travesía por las islas de Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife, El Hierro, La Palma y La Gomera, los estudiantes participaron en una serie de actividades de voluntariado que no solo beneficiaron a las comunidades locales, sino que también ofrecieron a las participantes una experiencia única para poner en práctica los valores de solidaridad, altruismo y sostenibilidad aprendidos en el entorno universitario.