Las desapariciones forzadas centraron este viernes las II Jornadas Memoria Democrática de Ávila, organizadas por la Fundaciones Jesús Pereda y Paz y Solidaridad Esteban Riera de CCOO con apoyo del Ayuntamiento, y lo hicieron a través de testimonios de familiares de personas desaparecidas durante la dictadura argentina de Videla y el golpe de Estado contra la II República Española, entre los que se encontraban el diputado Gerardo Pisarello, el actor y director Juan Diego Botto y el abulense Fausto Canales.
Canales, hijo de un jornalero desaparecido en Pajares de Adaja en agosto de 1936, revivió todo su lucha dentro del movimiento memorialista, desde 1999, para encontrar los restos de su padre y de otras nueve personas desaparecidas apenas un mes después del golpe de Estado, que culminó el pasado verano con la exhumación de sus restos mortales del Valle de Cuelgamuros y su posterior sepultura en el cementerio de Pajares. «Yo tenía dos años cuando sacaron a mi padre de la cama y se lo llevaron a 30 kilómetros en las cunetas de Aldeaseca y ya no volvió», recordó Faustino, quien ha plasmado todas esas investigaciones en un libro sobre la 'Caja 198 del Valle de Cuelgamuros'.
También Gerardo Pisarello, hijo del abogado Ángel Pisarello, detenido y desaparecido por la dictadura argentina en 1976, y Juan Diego Botto, hijo de Diego Botto, también desaparecido por la dictadura argentina en 1997, intervinieron a través de videoconferencia para contar su experiencia y su lucha. Y junto a ello, el archivero jubilado del Estado y miembro de la Sección Profesional de Archivos y Derechos Humanos del Consejo Internacional de Archivos, Antonio González Quintana, que se sumó a este reconocimiento a los familiares que buscaron a sus desaparecidos, con un recuerdo especial a Nora Cortiñas, presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo, recientemente fallecida.
También ayer intervino el magistrado Juan José López Ortega, que habló sobre cómo se tratan las desapariciones forzadas en el convenio de Naciones Unidas.