Nací inspirada». Nuestra protagonista de hoy, Eva Salinero (o Eva Sebastián, su nombre artístico) lo tiene claro. Ya desde pequeña, ella y los que rodeaban se dieron cuenta de que era distinta. Su amor por la música llamaba la atención. Como también lo hacía su pasión por la poesía. «Me recuerdo como una morenita muy reflexiva», echa la vista atrás la intérprete, escritora y compositora abulense, que siente que mucho de ese interés por el arte le viene de sus padres. «Cierta manera estructural de pensar, de componer, proviene de mi padre. Pero la entonación es de mi madre», dice Eva.
En su feliz infancia abulense, Eva pasó por varios colegios.Aunque fue un maestro del colegio diocesano, el padre Mariano (su profesor de Filosofía) el primero de los dos profesores que, de una u otra manera, le hicieron más fácil el camino para llegar hasta donde ha llegado hoy. «El padre Mariano me dio un empujón fuerte. Lo necesitaba. Me animó a hacer cosas. A confiar en mí», se emociona al hablar de esa primera figura fundamental en una trayectoria artística que en aquellos primeros compases pasaba por lecciones de piano y de guitarra. De hecho, fue su profesor de este instrumento, Jorge Sáez, el segundo de esos maestros que guiaron a la joven Eva hacia sus sueños.
La vida llevó a Eva a Alemania, donde trabajó como traductora jurado. Pero nunca dejó de formarse musicalmente. «La música es el núcleo que sostiene mi vida», justifica la cantante esa constante conexión con el mundo del pentagrama.
«Es que yo ya sabía que crear era lo que más me gustaba. Y componer», saca a relucir por vez primera en nuestra conversación en el Lienzo Norte el verbo 'crear', fundamental en su vida. «El crear algo es para mí lo más importante. Y una necesidad. He dedicado mi vida a la creatividad», confiesa Eva, que si bien en un primer momento de su trayectoria se visualizaba a sí misma como cantante, terminó dándose cuenta de que ella, lo que necesitaba, era escribir.
Y se puso manos a la obra.Sobre todo, en materia de composición. Cuñas de radio, de televisión, canciones para otros artistas... Su carrera comenzó a subir como la espuma. «Y empecé a firmar comoEva Sebastián», habla ahora del que es su nombre artístico, elegido en honor a su abuelo.
A Eva la vida volvió a sorprenderla llevándola a Chile, donde vivió 14 años y donde se hizo muy conocida por sus 'Programas paraíso', que llevaban como sintonía el que es, quizá, su tema más conocido, 'Apaga la luz'.
«Me gustó lo que me propusieron en Chile», prosigue hablando de un periodo artístico muy prolífico, del que nació, por ejemplo, su disco 'Vistas al mar'.
«La verdad es que allí me sentía en casa. Pero en Ávila también. Siempre me he sentido una embajadora de Ávila en el mundo. Es una ciudad muy especial», se ilusiona también al hablar de sus raíces, a las que ha regresado y en donde ha nacido 'Edén y Eva' (Éride Editorial), uno de sus últimos trabajos.
Se trata de un «libreto», lo define, en el que ha recogido parte de las canciones que ha compuesto a lo largo de su vida. Jugando siempre con su nombre,Eva, y el paraíso de la primera mujer (el edén), la compositora abulense ha podido gracias a este libro, ofrecer una visión muy particular de ella misma.
«No es una autobiografía a través de canciones», quiere dejar claro, «pero sí es una reflexión de la vida».
De nuevo, cuenta, ha creado algo. Aunque sea a partir de temas que ya tenía compuestos. «Porque crear a veces implica innovar con elementos antiguos y darles una nueva visión», reflexiona sobre un trabajo que puede encontrarse tanto en plataformas como en librerías físicas de Ávila.
«En 'Edén y Eva' hay mucho de filosofía, mucho de música, de reflexión y de intentar recoger esa vuelta de tuerca para encauzar la energía positiva de los 'Programas Paraíso'», regresa de nuevo a Chile, una tierra que ama y de la que no se olvida nunca.
Y en 'Edén y Eva', nos descubre también su autora, se encuentran también los que para ella son sus cuatro pilares fundamentales.el ser humano, el medio ambiente, el arte y la cultura y sus valores propios.
Todo ello quedaba reflejado en aquellos programas radiofónicos chilenos en el que animaba a sus oyentes a «ir a esa mundo mejor», y en donde recordaba siempre que tenía ocasión que «el paraíso está aquí».
Y ahora, ¿qué proyectos tiene Eva Sebastián en mente?, preguntamos a la artista. «Pues estoy moviendo 'Edén yEva', que espero que tenga su plataforma audiovisual», responde en primer lugar. «Es un proyecto que hay que grabar, producir, sentirlo...», se ilusiona ya con esta próxima faceta de su vida, íntimamente relacionada con un libro que describe como «la primera herramienta física de un paseo por el paraíso que tenemos que reconstruir nosotros.Es el paraíso terrenal. Tú lo haces. Lo tienes que crear tú», plantea.
«Estoy trabajando también en propuestas de integración social, que es algo que quiero relacionar con arte y creatividad», nos sorprende al adelantarnos parte de otro de sus próximos proyectos.
Cuenta también que ya tiene dos encargos más sobre la mesa en materia de composición y que, « a medio plazo», le gustaría ver que lo que ya tiene enraizado «echa alas sin perder las raíces».
«Me veo componiendo y sintiendo que Ávila y Castilla tienen cierta implicación en ello», abunda en la visión que tiene de su futuro. Y se despide de nosotros confesándonos que, además, lo que está haciendo «·exclusivamente» para ella es grabar los temas que no tenían de momento soporte en un disco.
¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza sobre Ávila?
Su gran belleza. Mi Castilla. Altura. Muralla. Mis padres. Amigos del alma. Mi casa familiar. Forja, formación y niñez.
Lo que más le gusta de Ávila es...
De la ciudad, su muralla y su estampa, es un enclave perfecto, hay arte e historia por todas partes, su belleza medieval tan bien conservada. La provincia es también maravillosa. Es un «paraíso por descubrir».
¿Qué es lo que menos le gusta de Ávila?
Que no sea más abierta en todos los sentidos y para todos.
Un lugar de la ciudad para perderse…
Casi todos, aunque a mi me llama especialmente la zona del Parador y el arco del Carmen.
Un recuerdo de su infancia…
Caminar por Ávila nevada, cogida de las manos entre mi madre y mi padre con una trenca roja.
Un personaje abulense que le haya marcado…
Sus grandes y valientes mujeres: Santa Teresa de Ávila, Isabel de Castilla. Y Adolfo Suárez.
El mayor cambio que necesita Ávila es…
Abrirse y potenciarse.
¿Qué tiene que mantener Ávila?
Su esencia.
¿Qué le parece la ciudad hoy en día?
Hermosa, cuidada, amada por muchos, entre los que me incluyo, pero en gran parte desaprovechada.
¿Cómo ve Ávila en el futuro?
Bella, radiante, próspera, mucho más llena de turismo y experiencias disfrutables que la den a conocer más, potenciando sus excelentes productos, valores, arte, cultura y gentes, con más visibilidad nacional e internacional; como se merece su entorno mágico y la categoría y calidad de vida que ya de por sí, tiene. Posibilitando inversiones, trabajo, opciones y saludable economía a todos los abulenses y también a quienes deseen vivir en ella.
¿Qué puede aportar a Ávila?
Valorar las alas y las raíces, que nos implican a todos, especialmente a los que viajamos, vivimos y trabajamos fuera bastante y a la vez, siempre volvemos, significa: hacer todo lo posible para potenciar la creatividad e innovar, dos cosas que siempre han sido siempre fundamentales para mi, junto a las posibilidades de conexión que ello conlleva. Colaborar en todo lo que pueda con los medios de que disponga para el desarrollo y difusión de mi tierra con cariño y responsabilidad. Me siento y siempre me he sentido embajadora de Ávila, de Castilla y de España, fuese cual fuese mi circunstancia.