Un mes entre angustia y suciedad

SPC-Agencias
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Valencia intenta sobreponerse a la desolación aún presente en sus calles y recuperarse de la riada que la arrasó el pasado 29 de octubre, donde la solidaridad sigue siendo la imagen reconfortante

Los más de 120.000 coches afectados han comenzado a ser trasladados por camiones a una cantera de las afueras del municipio de Picassent. - Foto: José Manuel Vidal (EFE)

Un mes entre angustia y suciedad. Este podría ser un buen resumen del sentir del pueblo valenciano cuando hoy se cumple un mes de la DANA que arrasó buena parte de la región, y que también dejó su huella en Castilla-La Mancha y Andalucía. Pese a que la riada del pasado 29 de octubre cambió la vida de muchas familias que se quedaron sin casa y sin recursos y destrozó toneladas de enseres que aún se acumulan en las aceras, la solidaridad entre la población afectada no toca techo. La oleada de voluntarios que desde entonces se ha acercado a echar una mano ante la desolación es lo más digno de rescatar de una catástrofe que se ha llevado la vida, de momento, de 222 personas.

Con la ayuda del Gobierno autonómico y central llegando a cuentagotas y ambos echándose las culpas sobre las responsabilidades de la gestión, muchos vecinos damnificados, ajenos al estrépito provocado por la visita de los políticos, son los que siguen tirando del carro. 

Además, denuncian el desamparo que sienten ante los daños materiales y los riesgos para la salud pública por la acumulación de lodo. Una situación de la que costará mucho tiempo reponerse, pero donde se han dado importantes pasos para revertirla. Alivios como, por ejemplo, poder recorrer sin mucha dificultad las calles que hace un mes estaban inundadas, hablan de lo mucho que se ha hecho, pero también de todo lo que queda por hacer.

Frente a este preocupante escenario donde los afectados insisten en que no se olviden de ellos, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó ayer un tercer real decreto de medidas para afrontar las consecuencias de la DANA, valorado en 2.274 millones de euros, que incluye ayudas directas a fondo perdido de hasta 10.000 euros para la compra de vehículos y líneas de apoyo para la reconstrucción del tejido productivo de las zonas golpeadas.

En lo relativo al parque automovilístico, se pondrá en marcha el plan Reinicia Auto, que consta de 465 millones de ayudas para reponer turismos, furgonetas y camionetas ligeras y también motos por parte de los damnificados. Estas ayudas se realizarán en dos categorías: una para acceso a vehículos nuevos (10.000 euros para los electrificados y 5.000 para los de combustión e híbridos) y otra para vehículos de segunda mano o usados de hasta tres años (4.000 euros para electrificados y 2.000 para combustión e híbridos).

Permiso climático

Con el fin de adoptar también medidas en el ámbito laboral ante catástrofes naturales como la DANA, el Gobierno aprobó, a propuesta del Ministerio de Trabajo, un Real Decreto-ley para prevenir riesgos relacionados con el cambio climático.

Con él se contempla la modificación del Estatuto de los Trabajadores para incluir un nuevo permiso retribuido, el llamado «permiso climático», que blinda el derecho de los empleados a no acudir al trabajo y seguir cobrando durante cuatro días por imposibilidad de acudir a su puesto debido a situaciones climatológicas extremas.

La adopción de estas medidas, especialmente la primera, puede suponer un pequeño desahogo para los miles de afectados que siguen luchando desde hace un mes por recuperar la deseada normalidad.