Se presentó este lunes en Ávila el libro Gredos en amarillo, una Guía práctica de decoración con piornos nacida a raíz de la celebración cada primavera del Festival del Piorno en Flor que, de la mano de María Ángeles Álvarez e Isabel Sánchez Tejado y de la editorial Cuadernos del Laberinto, se centra en ofrecer ideas para trabajar con esas flores silvestres «decorando con ellas y disfrutando de su encanto» pero logra ir más allá, construyendo un trabajo de celebración y también de reivindicación de los muchos valores que atesora este arbusto tan abulense.
Se abre el libro, cuya riqueza de contenidos es realzada por una maquetación dinámica y atractiva llena de dibujos y fotografías que además de ilustrar embellecen, con un capítulo en el que Isabel Sánchez habla de la historia del Festival del Piorno en Flor, nacido en 2011, y de las muchas actividades de participación popular creciente que en él se realizan en toda la zona norte de Gredos.
El segundo capítulo lo llenan las ideas que regala María Ángeles Álvarez para que la decoración con piornos sea original, innovadora y fundamentalmente bella, aportaciones que queriendo abarcar todo el proceso, también el del entendimiento del material con el que se trabaja, invitan a disfrutar de las enormes posibilidades que se abren, ofreciendo siempre muchas ayudas en forma de sugerencias; las posibilidades que nacen de la lectura de esas páginas, muy ilustradas, son enormes.
Continúa el libro en clave didáctica contando al lector, de la mano de cuatro botánicos, las características del piorno, incluyendo un listado ilustrado para conocer las 23 variedades que de esta retama se dan en la sierra de Gredos, tras lo cual se abre otro capítulo dedicado a explicar como los piornos y otras plantas de esta montaña pueden utilizarse en jardines serranos.
Siguen las páginas para llegar al capítulo más lírico y artístico, el que llenan las pinturas y las palabras del pintor abulense Luciano Díaz-Castilla, amante de la naturaleza abulense y colaborador en el Festival del Piorno desde sus inicios, para cerrar con la letra más prosaica referida a este mundo, también muy coherente, la dedicada a explicar el Festival «en cifras» y su fuerza como motor turístico de toda la zona.
El libro, explicó María Ángeles Álvarez, recoge todo lo que ha supuesto esa celebración que comparten muchos pueblos del entorno de la Sierra de Gredos. También hay una parte de lo que son los talleres de arte floral con piornos, que son los que han animado a todos los vecinos a decorar sus casas, las calles, las iglesias, las plazas, las fuentes, que ha dado mucha vida a la iniciativa.
El libro «tiene algo de reivindicación» de una planta «llena de posibilidades, todos lo que hemos colaborado en este libro y todos los que participamos en el Festival del piorno somos entusiastas de esta planta, nos encantan los piornos, trabajar con ellos, hacer decoraciones; y, además, tiene el valor añadido de que es muy nuestro, y haber hecho alrededor de una flor nuestra un festival que es una fiesta para tantos pueblos es para sentirse orgulloso».