Decenas de abulenses se han concentrado esta tarde en la plaza del Mercado Chico como homenaje a Belén, la joven educadora social asesinada en Badajoz hace unos días mientras desempeñaba su labor, y para mostrar su rechazo a la violencia que sufren diariamente los profesionales de este ámbito social. Una concentración, que se repitió en el resto de provincias de Castilla y León en el mismo horario (19,00 horas), surgida por iniciativa ciudadana por el colectivo de profesionales del área de intervención social, que estuvieron arropados por el resto de la ciudadanía abulense bajo el lema 'Todos somos Belén'.

Un emotivo acto donde se procedió a la lectura de un manifiesto donde expresaron varias de las reivindicaciones que exigen los educadores sociales. «Reivindicamos que se reconozca la peligrosidad de nuestras profesión, al igual que en el resto de profesiones», comentó Sonia Rodríguez, educadora social y representante del colectivo de la profesión. La realidad de su ocupación («Trabajamos con personas con problemáticas muy variadas: problemas de consumo, enfermedad mental, violencia de género») les hace asumir la violencia como una situación que forma parte de su trabajo, pero piden «que se valore nuestro puesto de trabajo y la peligrosidad del mismo», afirmó Sonia. Entre sus exigencias se encuentra la existencia de protocolos de seguridad y protección para todos los trabajadores, la creación de recursos específicos para la prevención de la violencia en el entorno de trabajo o la formación contínua en la gestión de situaciones de riesgo.

La educación social es una profesión en auge que, sin embargo, cuenta con sus peligros. Por eso, los trabajadores se han plantado para pedir que el asesinato de Belén, al menos, sirva para la mejora de su relevante desempeño.