"La realidad de Marbella es más dura de lo que narra la serie"

Mayte Rodríguez
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Dani de la Torre, director de cine y televisión, recibirá uno de los Galardones Alcazaba el próximo lunes en Ávila en reconocimiento a su trayectoria profesional

Dani de la Torre, director de cine y televisión. - Foto: Juanlu Real

Este jueves se emite en Movistar Plus el sexto y último capítulo de la serie 'Marbella', que así podrá verse ya completa en esa plataforma. Su creador y codirector, el gallego Dani de la Torre, estará el lunes en Ávila para recoger uno de los Premios Alcazaba 2024. En concreto, en la categoría Cuarta Pared, por el que se muestra agradecido. Con él charlamos.

¿Cuánto de ficción y cuánto de realidad hay detrás de 'Marbella', serie que aborda como ninguna otra antes el narcotráfico en la Costa del Sol?

Aunque es ficción, la serie está inspirada en hechos reales. De hecho, está basada en el trabajo periodístico llevado a cabo por Nacho Carretero y Arturo Lezcano para el diario El País, de manera que todo lo que se ve en la serie está inspirado en la realidad, solo que los personajes y las tramas son ficticias. Es mas, la realidad es todavía más bestia de lo que refleja la serie.

¿Cree que ese tipo de series ayudan a mostrar una realidad que el ciudadano a veces prefiere no ver, incluso que a las fuerzas de seguridad no le interesa demasiado que se conozca en toda su dimensión precisamente por lo durísima que es?

Cuando investigas este tema y nosotros nos hemos documentado mucho, principalmente a través de las noticias que se publican, ves que salen miles de noticias sobre sucesos ocurridos en la Costa del Sol, concretamente de Marbella salen muchísimas. Hablamos con periodistas que trabajan en la zona y lo tienen complicado, a muchos les acusan de manchar la imagen de la ciudad cuando publican ese tipo de noticias cuando en realidad quien mancha la imagen de Marbella son los narcos. También están las fuerzas del orden, que no pueden asumir tanto trabajo con los medios que tienen,de hecho están completamente desbordados. Creo que sobre todo hay una falta de interés por parte de la Administración pública por atajar el problema del narco en esa zona, no sé si tiene que ver con los votos porque al final todo es política. El caso es que tanto las fuerzas del orden público como los jueces y fiscales están desbordados y ahí es donde surgen figuras como las de los abogados penalistas, que tienen clientes muy potentes y con mucho dinero entre el narco, que así tiene la mejor defensa posible. No quiero decir que el sistema judicial funcione mal, lo que sí pasa es que esos abogados son buenos, saben todas las vetas del sistema y de las investigaciones policiales y ellos tienen mucho más tiempo y muchos más medios que los propios policías. Al final, es la pescadilla que se muerde la cola: si no pones medios suficientes, es muy difícil que atajes el problema, con lo cual va creciendo y la impunidad con la que se mueven los narcos es cada vez  mayor. Yo creo que es un tema conocido, hace poco hubo dos desgracias en el sur del país: una lancha de narcos que mató a dos guardias civiles y varios han sido repelidos con armas de guerra por parte de los narcotraficantes, es decir, cuidado que estamos llegando a límites parecidos a los de otros países donde la impunidad del narco es total. Por tanto, creo que es bueno que todo esto se cuente, entre otras cosas porque si hasta ahora no se ha puesto el ojo en el problema es porque todavía no ha habido víctimas civiles. El día que suceda una desgracia mayor nos preguntaremos cómo pudimos llegar ahí. Por eso creo que hay que contarlo y ayudar a las fuerzas del orden público, así como a fiscales y jueces a resolver un problema bastante grave. 

El protagonista de la serie, César Beltrán, está inspirado en un abogado real ...

Sí, está inspirado en Ricardo Álvarez Osorio, que nos ayudó a crear el personaje, a contar la historia de un abogado penalista en Marbella. Eso sí, el de la serie cruza una línea que Ricardo nunca cruzó ni cruzará porque él nos contó los límites que tienen y a nosotros, como contadores de historias, nos apeteció que el personaje ficticio traspasara ese límite. Pero él nos asesoró y nos ayudó muchísimo, aunque lo suyo no tiene nada que ver con lo que acaba haciendo César Beltrán. 

A la hora de rodar la serie en Marbella, ¿os lo pusieron difícil los propios narcos?

No encontramos dificultades en absoluto. De hecho, cuando nos estuvimos documentando para contar esta historia nos reunimos con policías, con fiscales pero también con alguno de los narcos a los que defiende Ricardo u otros abogados. Y a los narcos les gusta contar, pero en petit comité. 

Llama la atención que sean ellos quienes cuenten esa realidad tan brutal y tan al margen de la ley que protagonizan ...

Sí, ellos hacen lo que hacen y les gusta contarlo, les gusta fardar de las cantidades industriales que logran meter, de sus coches de alta gama y de sus posesiones, lo que no podemos hacer es poner nombres y apellidos. Además, todos los casos que nosotros contamos en la serie están juzgados y condenados, con lo cual están en la hemeroteca, no nos hemos inventado nada, solo los personajes.  También es cierto que los grandes capos no hablan, quienes lo han hecho con nosotros son capos intermedios o soldados. Esa parte intermedia, que es la que ha poblado Marbella y Puerto Banús, es la que se pasea con coches de alta gama de colores imposibles, que viste ropas de alta costura, que van a clubes donde la entrada cuesta 6.000 euros, cada botella 1.500 euros, ... Esos, los que se muestran, son los que hablan, porque ya forman parte del paisaje de Puerto Banús y son perfectamente visibles. 

¿A la imagen de Marbella le perjudica o le beneficia esa realidad, que cada vez parece más grande?

Para documentarnos, hablamos con mucha gente en Marbella y hay muchas personas que viven allí y están hartas de todo eso, sobre todo de la inseguridad porque de vez en cuando hay tiroteos, ajustes de cuentas, locales que arden, ... Pero hay otra gente a la que no le molesta esa realidad porque indirectamente vive de eso, tienen empresas que se benefician de que haya tantísimo dinero allí, hablo de propietarios de restaurantes, etc. que evidentemente no preguntan a sus clientes de dónde sacan el dinero. En lo que todos coinciden es en que en los años 80 y los 90 la ciudad era más tranquila, que de un tiempo a esta parte el clima se ha vuelto un poco irrespirable. De hecho, la población se ha multiplicado, Marbella ha pasado de 60.000 habitantes a 150.000, con picos de 400.000 habitantes, evidentemente eso no es fácil de gestionar cuando hay gente que tiene muchísimo dinero con el que trata de comprarlo absolutamente todo. 

¿Qué supone para usted el Premio Alcazaba que recoge el lunes en Ávila?

Fue una sorpresa, estoy muy agradecido por el premio, me encanta que piensen en mí y que valoren mi trabajo, por supuesto. Nunca he estado en Ávila y el lunes acudiré para recogerlo, es una satisfacción.

¿En qué está trabajando ahora?

No puedo contar demasiado, pero será una serie sobre espías españoles.