La excavación en Santo Domingo seguirá con el templo

B.M
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Los trabajos en el yacimiento de El Barraco tendrán una segunda fase para ahondar en nuevos aspectos

La excavación en Santo Domingo seguirá con el templo - Foto: Isabel García

El yacimiento de Santo Domingo, en El Barraco, tendrá una segunda campaña de excavación donde se ahondará en los descubrimientos de la primera fase y se trabajará en el templo y necrópolis descubiertos buscando ampliar la información. Se trata de un procedimiento que se hace de la mano de Diputación (con una inversión de 15.000 euros) y el Ayuntamiento de El Barraco, a través de Castellum.

En la presentación de la nueva campaña participaron el diputado de Cultura, Eduardo Duque; el arqueólogo de Castellum, Blas Cabrera, y el alcalde de El Barraco, José María Manso.

Fue Cabrera el que dio a conocer los detalles de los nuevos trabajos donde anunció que se trabajará en la nave de la iglesia, también en la sacristía y se retirará un recrecimiento de mampostería que tiene. A partir de ese punto se verá si se puede afrontar o no la consolidación y puesta en valor de este edificio. También se trabajará en la necrópolis, en los sectores tres y cuatro.

Entre los objetivos que se persiguen en esta etapa de la investigación de este yacimiento, que a lo largo de 15 hectáreas va desde la época visigoda hasta el siglo XVIII, están ahondar en le «etapa oscura «plenomedieval» y también seguir con la parte de los enterramientos, por ejemplo viendo por qué están tan dispersos puesto que del núcleo 1 al 7 hay un kilómetro en línea recta. Se busca saber si el rito funerario que se descubrió está presente en otras tumbas y si hay enterramientos de la doctrina cristiana y musulmana.

Todos estos aspectos siguen ahondando en lo que ya se trabajó en la primera campaña, con sus  sectores y donde se vio el edificio de la iglesia, que se confirmó como tal y que presentaba un revestimiento «tosco» por su uso para encerrar al ganado en un momento dado. También se descubrieron estructuras domésticas, en algunos casos con divisiones, y una cerca, «no muralla defensiva». Todo esto junto a la parte de los enterramientos.

En definitiva, en la primera parte se actuó en la iglesia (incluyendo el enlosado, parte de él expoliado),  se intervino en una estructura doméstica donde se ha documentado parte de un horno, y junto a ella, una tumba, además de actuar en el núcleo 7 donde se han documentado diez tumbas, lo que «ha permitido definir el ritual funerario en este núcleo», no solo por la tipología de las tumbas sino por el hallazgo en una de ellas que estaba sin expoliar, con un enterramiento infantil donde apareció una ofrenda funeraria en forma de jarrito cerámico junto con un anillo de cobre», con «decoración que se da mucho en época hispano visigoda».

A partir de esos datos se pudieron establecer las cronologías correspondientes.

En la presentación de la nueva fase, Eduardo Duque repasó el trabajo realizados con las necrópolis y las fechas, con una excavación en época veraniega que fue una «gran satisfacción» y que invita a «conocer el pasado, investigar las raíces, saber más, también con la esperanza de que haya tumbas no expoliadas, que estén intactas y puedan ofrecer información.

Por su parte, José María Manso destacó que para El Barraco «es un tema de especial interés» por la investigación que se está llevando a cabo porque «a todos nos gusta conocer nuestro pasado, la historia de nuestro pueblo».

Es más, aventuró que, al otro lado del río Gaznata, aunque no se han encontrado necrópolis «hay señales de vida» y quizá en el futuro se pueda investigar.

Sí que pidió a los visitantes del yacimiento de Santo Domingo que lo traten «con respeto» y recordó el interés que supone para el pueblo en temas como «el turismo, la economía o el trabajo».