Caja Rural de Salamanca celebró este viernes, 19 de abril, su Asamblea General, como corresponde anualmente según sus estatutos, dando cuenta a sus socios y socias de los resultados obtenidos así como de las acciones más representativas realizadas durante el año 2023, donde los delegados aprobaron las cuentas por unanimidad y respaldado la buena gestión realizada.
Durante la Asamblea se renovaron los cargos de Vicepresidencia y tres vocales, entrando como nuevos consejeros José Carlos García Rubio, abulense licenciado en Biología, y Alba María Sánchez Bueno, licenciada en Derecho del municipio de Cantalapiedra, en sustitución de Isabel Hernández Rosas y César Lázaro Herrera.
Como presidente del Consejo Rector de la Entidad, Ernesto Moronta Vicente, transmitió el honor de presidir la Asamblea General de Caja Rural de Salamanca y afirmó de forma clara que seguirá comprometido con el desarrollo socio-económico de Ávila, Valladolid y Salamanca, provincias donde la entidad tiene oficinas físicas.
Isabel Martín Arija, directora general de la entidad, hizo un repaso de los datos económicos resaltando el beneficio neto de 20,78 millones de euros del ejercicio 2023, que ha sido el más alto en un siglo de historia. El consolidado crecimiento en las magnitudes más importantes que se reflejan en su volumen de negocio con 2.249 millones de euros, un crecimiento anual de un 7,08%. La inversión crediticia supera los 682 millones de euros incrementando un 7,72%, un incremento muy por encima de la media del mercado que demuestra el apoyo financiero que ha prestado Caja Rural tanto a las empresas, autónomos como a particulares.
Los depósitos de la clientela superan los 1.165 millones de euros, un 3,28% más respecto al año 2022. La solidez de la entidad ha servido de refugio a los ahorros principalmente de los particulares.Todo ello, junto con una ratio de morosidad de un 2,02%, una ratio de cobertura de un 96,58% y una ratio de eficiencia de un 36,21% demuestran, según precisan desde Caja Rural de Salamanca, que se trata de «una entidad financiera con una fortaleza y liquidez únicas».
La apuesta por la innovación y la banca digital la lleva a la vanguardia en este terreno, aunque su éxito se basa principalmente en su conocida y valorada banca de proximidad, ofreciendo un servicio presencial en sus oficinas que no solo no las cierra, las abre. Siendo su ámbito de actuación Castilla y León, crece la cuota de mercado en 2023 en las tres provincias con oficinas físicas, tanto en Valladolid, como en Ávila y Salamanca. El modelo de banca cooperativa demuestra que cada vez más personas se identifican con él, convirtiéndose en referencia para nuevos clientes. Dentro de su responsabilidad social, Caja Rural ha suscrito convenios y acuerdos de colaboración con cientos de asociaciones, fundaciones sin ánimo de lucro y cooperativas llegando a diferentes colectivos para el fomento de actividades culturales, deportivas y sociales.
En un mundo preocupado por la sostenibilidad pocas son las empresas que lo hacen desde su origen. La entidad impulsa los factores ASG (Ambiental, Social y de Gobernanza) así como los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) y puede presumir de comercializar desde hace años productos sostenibles.
Reconocida por su vocación de servicio, su modelo de banca ética y su profesionalidad, Caja Rural de Salamanca impulsa un modelo financiero sólido para afrontar los desafíos del futuro en Castilla y León, apoya el crecimiento económico de sus territorios fomentando la cohesión social y la preservación del entorno.