Las previsiones meteorológicas se cumplieron y, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa, una nueva borrasca entró en Ávila. Durante los días previos se anticipaba un drástico cambio en el tiempo, con precipitaciones y bajadas bruscas de las temperaturas que podían dificultar la celebración de los festejos religiosos. Por suerte para los cofrades, ayer apenas llovió por la tarde (solo algunas tormentas dispersas) y las procesiones se pudieron desarrollar sin mayores problemas. Sin embargo, las predicciones para hoy son menos amables.

Una tremenda tromba de agua descargó durante la mañana de ayer en la ciudad de Ávila, que provocó que las calles se convirtieran en  riachuelos. En algo menos de media hora se produjo una tormenta de lluvia primero y granizo después que obligó que la gente que estaba en esos momentos por la calle tuviera que ponerse a resguardo. El estado y el color del cielo durante los minutos previos ya anticipaba lo que iba a ocurrir. Sin embargo, a pesar de la virulencia de las precipitaciones (cayeron bolas de granizo de un tamaño considerable), la cantidad de agua caída no resultó demasiado alta. Según la AEMET, se acumularon 5,4 milímetros por metro cuadrado. Aún así fue el lugar donde más llovió de la Comunidad ayer (le siguió Cebreros con 0,8 milímetros).

Las previsiones para hoy pronostican más precipitaciones y bajadas de las temperaturas. La Agencia Estatal de Meteorología ha establecido nivel amarillo por fenómenos adversos en forma de nevadas. Se espera acumulaciones de nieve con un espesor de unos cinco centímetros para las próximas 24 horas, con una probabilidad de entre el 40 y el 70 por ciento. Se pueden acumular por encima de los 1.200 metros, con espesores menores en cotas más bajas. Las precipitaciones serán escasas durante la mañana. Malas previsiones para los cofrades de la Estrella, Jesús de Medinaceli y el Miserere, las procesiones que, en principio y si el tiempo no lo impiden, tendrán lugar hoy en la ciudad de Ávila.