Fitur 2017. El entonces presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, presentó un ambicioso Programa de infraestructuras turísticas en Espacios Naturales (26 millones de inversión) para la construcción de infraestructuras y equipamientos singulares para actividades de turismo activo atractivas y muy vinculadas al territorio. Todo parecía bien pensado, con propuestas interesantes, incluso arriesgadas, con el objetivo de incrementar y diversificar la oferta de ocio de esta Región de manera más atractiva.
Este plan preveía para Ávila la instalación de un trineo de raíles –rodelbahn– y la construcción de un camping de lujo –gampling–, a lo que se sumaba el montaje de dos miradores en el valle del Aravalle y en el valle del Jerte (zona Gredos), y la rehabilitación de las antiguas escuelas para hotel rural en Zapardiel de la Ribera. Han transcurrido, ya, seis años. Herrera no es presidente autonómico (otros responsables y representantes autonómicos siguen siendo los mismos), y no se divisa nada en el horizonte.
La primera fase de ese plan se inició en septiembre de 2019, pero Ávila no estuvo en las prioridades (Burgos, León, Segovia, Soria y Zamora). Luego llegó la pandemia y con esa disculpa se paralizó casi todo. En diciembre de 2021 la Fundación Patrimonio Natural anunciaba la construcción de un mirador en el Puerto del Pico –Parque Regional Sierra de Gredos–. De las otras infraestructuras turísticas proyectadas nada se sabe, salvo una respuesta escrita (a preguntas de procuradores regionales no abulenses) en Cortes Regionales del consejero del ramo que en abril de 2021 afirmó que esas actuaciones estaban condicionadas «al inicio de la tramitación técnica y administrativa y a la oportuna disponibilidad presupuestaria… sin que sea posible concretar, en la actualidad, la fecha de inicio y de finalización de las correspondiente obras». La política es el arte de la excusa y el olvido. Seis años después Ávila no puede sumar nada nuevo, ni innovador a su oferta turística rural cuyos últimos datos no son nada esperanzadores.
Cuando se anunció que Ávila podría tener un gran trineo… pensé ¡por fin! algo renovador que nos acercaría a esas zonas de alta montaña europea (Suiza o Selva Negra alemana) donde han sabido sacar rendimiento a sus recursos naturales, tanto en invierno como en verano, con y sin estaciones de esquí. Era un comienzo (tardío para la milenaria granítica Sierra de Gredos), que debería posibilitar la llegada de otros equipamientos e infraestructuras para atraer distintos tipos de turismo y también de población residente.
Relacionado con ello y quizás como primera experiencia dinamizadora fue intentar convertir Gredos en un paraje cultural trayendo grandes músicos y bandas internacionales. 'Músicos en la Naturaleza' hace 17 años (Sting 2006). Parece incontestable que el evento ha venido decayendo en interés e impacto económico hasta tocar suelo –prado de Mesegosillo– en la edición de este año con argumentos débiles y nada admisibles donde los silencios fueron elocuentes. Toca enmendarse y ofrecer un espectáculo de calidad, no para cumplir el expediente.
Paralelo a todo esto desconozco si el más reciente proyecto de astroturismo 'Stelarium Ávila Center' –ambicioso–, que impulsa la Diputación Provincial y que cuenta con ayuda del Gobierno Regional, ha venido a reemplazar a alguna de esas otras infraestructuras que se anunciaron. No debería ser moneda de cambio. Entre tanto el lobo sigue, por ahí, haciendo fechorías.