Todavía a medio gas

Luis Carlos Santamaría
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Los primeros usuarios de las rampas mecánicas de la plaza Ajates destacan la «facilidad» con la que ahora llegan al centro, pero también hay pegas por la tardanza en la apertura y el diseño

Todavía a medio gas - Foto: Isabel García

Unos nuevos accesos mecánicos de la ciudad están en funcionamiento desde el pasado viernes.  Las rampas mecánicas en la plaza Ajates por fin entraron en funcionamiento, meses después de que finalizaran unos trabajos que han levantado, y aún en algunos casos continúan, algunas polémicas entre los vecinos.

El trajín a primera hora de la mañana que se observa en la zona no tiene nada que ver con el que hay a esas mismas horas en las escaleras mecánicas de la Cuesta Antigua, en algunos casos 'superpobladas' por quienes acceden desde la zona sur al centro de la ciudad, bien sea para ir a los colegios o a sus lugares de trabajo. En esta parte del norte de la capital el tráfico de personas es bastante menos numeroso. También es cierto que el desnivel, mucho menos exigente, permite que el tránsito peatonal no necesite de ayudas extras. 

Sea por ese hecho, o porque aún hay personas que no conocen que las rampas ya están en funcionamiento, algo que después de cómo  se anuncio su puesta en marcha tampoco extrañaría, lo cierto es que en el primer día laborable a pleno rendimiento (aunque el primer tramo no funcionara en algún momento de la tarde) la ocupación no fue excesiva, cuestión que se supone que con el paso del tiempo y con la costumbre, se pueda ir incrementando en las próximas fechas.

Un par de jóvenes con mochilas  avanzan con decisión por la rampa, y detrás de ellos llega a la zona alta Luis Santos, un vecino de Ávila que vive por Las Hervencias pero que trabaja en el centro. «Sí, es la primera vez que las utilizo, el viernes no las vi funcionando». Este hombre comenta que, en su caso, piensa aprovecharlas porque «siempre aparco por aquí abajo. Vengo en coche desde Las Hervencias y para no pagar ORA suelo dejar el coche por esta zona». En su caso es una infraestructura que «me viene bien, porque voy a llegar aquí arriba más fácil que antes».

Isabel nos cuenta que «vivo ahí mismo, dos calles más abajo» y después de tener muy cerca las obras durante varios meses, «por fin están abiertas», porque «ya nos creíamos que iban a esta cerradas para siempre». No tiene claro esta vecina si las rampas beneficiarán al barrio, «no lo sé, si las han hecho aquí, supongo que sí», afirma. No pueda comparar con las escaleras mecánicas de la Cuesta Antigua porque «no las he utilizado, es que no voy  allí». Sabe que existen pero, en su caso, no es usuaria. Estas de su barrio dice que «sí, seguro que las utilizaré más».

Carlos mira con curiosidad mientras sube la segunda rampa. La plaza la conoce bien porque vive «cerca». Después de muchos años, «ahora está muy diferente, desde luego». Será por la costumbre de antes o porque el nuevo diseño no le convence, pero asegura que «no me gusta, me gustaba más antes», aunque es consciente que  habrá quienes opinen lo contrario. Más allá de esos gustos personales, lo que espera es que las rampas «funcionen bien y ayuden a la gente que tenga dificultades».

Con una inversión de 1,3 millones, y enmarcada en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi) de Ávila, cofinanciada en un 50 por ciento por Fondos Feder, dentro del Programa Operativo Plurirregional de España 2014-2020, la intervención en la plaza Ajates ha permitido salvar el desnivel existente mediante la renovación de la plaza y la instalación de una rampa mecánica en dos tramos para salvar un desnivel de siete metros, además de la renovación de las aceras en la calle Ajates, travesía Ajates y avenida de Madrid.