"Queremos convivir"

M.M.G.
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Los vecinos de la avenida de Agustín Rodríguez Sahagún insisten en la necesidad de abrir el tramo de vía cortado por el carril bici, una infraestructura que, recalcan, no quieren que desaparezca

Un ciclista, transitando por el tramo de vía de la polémica. - Foto: Isabel García

Fatal». «Un desaste». «Guarrería total». Pero también, algún que otro «maravilla». O «estupenda iniciativa». De todo se oye estos días en los alrededores del carril bici a su paso por la confluencia entre la avenida de Agustín Rodríguez Sahagún y la calle Vereda de las Mozas, uno de los puntos críticos de una infraestructura que, en general, no termina de convencer a la mayoría de los abulenses, que están convocados este viernes a las 20,00 horas a una nueva manifestación para solicitar la apertura del trazado

Y es que el corte del tramo final de lo que los vecinos denominan «vía de servicio» y el teniente de alcalde y responsable entre otras áreas de Movilidad Urbana, Seguridad, y Emergencias, José Ramón Budiño, define como «vial urbano», ha levantado ampollas entre los habitantes de la zona, que en su mayoría encuentra más molestias que ventajas en la modificación del trazado urbano a cuenta del carril bici.

Así nos lo explica en primer lugar Estrella González, presidenta de la Asociación de Vecinos 'ArturoDuperier', que si algo quiere dejar claro, sobre todo, es que ellos no están en contra del carril bici. «Queremos convivir con ello. Podemos compartirlo», plantea la principal reivindicación de los vecinos, para los que la solución ideal pasaría porque desaparecieran los bolardos que ahora impiden el paso a los coches a ese estrecho y no muy largo tramo de calle.

Así pues, que bicicletas y coches pudieran usar ese espacio sería la solución según los vecinos, que ahora mismo, lamenta Estrella, se ven obligados a desviarse con sus coches hacia la avenida de la Juventud a través de una pronunciada curva que, cuenta Estrella, ya está dando algún que otro problema.

Se refiere, por ejemplo, al hecho de que los vehículos de mayor tonelaje no tienen espacio para circular con fluidez. Asegura, incluso, que algún camión se ha quedado atascado en alguno de los balcones, dada la estrechez del paso para ellos.

«ElAyuntamiento no nos consultó para nada», se refiere Estrella a los inicios del proyecto. «Nadie se puso en contacto con nosotros para ver qué nos parecía», lamenta. Como lamenta el hecho de que se ven poquísimas bicicletas utilizando el tan traído carril bici. «Creo que ha sido mucho dinero gastado para nada», se queja la portavoz de los vecinos de esta zona del sur de Ávila, cansada de las muchas molestias y pocos beneficios que ha supuesto el corte de la calle. «Bueno, mira, ahor voy por ahí con el andador», reconoce Estrella, consciente de que ése no es el uso para el que se ha creado.

la opinión de los vecinos. Y si hay que hablar de molestias, Luis Miguel, vecino del barrio y conductor repartidor, puede hacerlo con conocimiento de causa, nos dice. Nos lo encontramos justo en el momento de arrancar, después de haber descargado en una carnicería cercana al corte de la vía. «Esto está fatal», lamenta Juan, que lo pasa mal cada vez que entorpece el tráfico al parar frente a los comercios, y que tampoco ve bien del todo el corte del tramo final de la calle.

«Es una guarrería», dice mucho más enfadado Manuel, el responsable de la carnicería, que asegura que «se ha hecho un daño impresionante a los vecinos» y que tilda como «vergüenza» el hecho de que el alcalde no haya atendido nunca sus peticiones para reunirse con él. «Los camiones grandes ahora no pueden pasar», menciona Manuel también la estrechez del desvío que ahora se ven obligados a tomar todos los coches que por allí transitan. 

«Y tampoco pasan por aquí ya los camiones de basura», apunta Sote, clienta de la tienda, que plantea otra realidad: ahora, los vecinos deben caminar más para tirar la basura, ya que los contenedores también han sido desplazados.

Al lado de Sote, Ildefonso habla también del «daño muy grande» que se ha hecho a los vecinos, mientras que Marisa, encargada también de la tienda, vuelve a la realidad planteada por la presidenta de la asociación. «Si lo que queremos es convivir, que quiten los bolardos y que nos dejen pasar», repite la principal demanda de los vecinos.

En nuestro paseo por la zona charlamos también con Javier, ciclista y usuario del carril. Acalorado por las peladas, nos explica que a él, en realidad, le da igual por donde transcurra el carril. «Me daría igual que lo trasladaran cinco metros hacia arriba, tampoc mucho más», dice.Se confiesa usuario habitual de la nueva infraestructura, aunque reconoce que es «un poco peligrosa.Sobre todo, porque tiene muchos cruces».Y asegura que lo usa, además, para que la gente vaya viendo que se puede usar.

Y como Javier, también encontramos a más personas partidarias del carril y del corte de la calle. Es el caso de Juan, que no entiende la polémica que se ha generado. «A mí me parece de maravilla», dice tan convencido como entristecido por la actitud de aquellos que, asegura, se oponen a cualquier cosa nueva que se haga en la ciudad. En su opinión, tampoco es tan problemático hacer el nuevo desvío. «Aquí también hay gente joven», dice, y aplaude la iniciativa de construcción del carril.