La gran fama de su ‘monumento hermano’, los Toros de Guisando, hace que su presencia en la provincia abulense quede algo velada. Pero lo cierto es que el Monasterio de San Jerónimo, uno de los primeros  fundados en la Península Ibérica por la orden de los Jerónimos, es uno de los rincones más hermosos de la provincia.

Y lo será aún más dentro de pocos meses, una vez que concluya la reforma de consolidación y embellecimiento que planea su propietario, Julián Juste y para la que ya cuenta con la aprobación por parte de la Junta del anteproyecto.

Ahora, pendiente de presentar en Patrimonio el proyecto definitivo pero con la tranquilidad del que tiene los ‘deberes’ hechos, Juste calcula que los trabajos podrían comenzar en el monasterio el próximo mes de abril.

Unos trabajos que, explica para Diario de Ávila, se centrarán en buena medida en el tejado de la Casa de Legos. «Van a ser obras vistosas pero, sobre todo, efectivas», se refiere Juste a la importancia de unas acciones muy necesarias en esta vivienda de servicio anexa al monasterio y que es, a pesar de la más pobre arquitectónicamente hablando, la construcción de más antigüedad de las ruinas.

Pero ésta no será la única actuación que se lleve a cabo. El proyecto que contempla Juste incluye también la intervención en la fachada Este del claustro principal del monasterio.

En este caso, el paso de los años hizo que se perdiera el forjado del suelo por lo que habría que actuar en el mismo así como arriostrar toda la fachada para sujetarla y reforzarla.

«Esto es lo más vital», subraya el propietario tanto de este monumento como de los Toros de Guisando, otro trocito de Historia de España en tierras abulenses.

Y a todo ello, además, habrá que sumar otras acciones quizá menor importantes desde el punto de vista de conservación del monumento, pero fundamentales a la hora de continuar embelleciéndolo.

Se trata, por ejemplo, del arreglo de la alberca del monasterio, reconvertida en el siglo XIX en piscina pero que ahora, gracias a estos trabajos, volverá a recuperar su espíritu original. «Casi todos los monasterios jerónimos tenían una alberca», explica Juste, que adelanta que la idea es, con este lavado de cara, convertir este espacio en un rincón refrescante, con nenúfares y peces.

«Se trata de poner en valor elClaustro de los Novicios del Monasterio», prosigue con sus explicaciones el principal responsable del monasterio, que destaca la importancia de esta parte del proyecto al ser «lo más bonito para el visitante».

Para ello se procederá a arreglar la fachada del claustro. Un arreglo que incluirá volver a poner en su posición original algunas de las columnas del mismo que se llevaron fuera con intención decorativa pero que ahora están descontextualizadas, consolidando además su arquería. «Se trata de hacer más bonito el claustro y de dar más información al visitante de cómo era, porque, sin duda, era el lugar más impresionante».

inversión de 70.000 euros. Para poder llevar a cabo esta reforma, Juste cuenta con un presupuesto cercano a los 70.000 euros y con origen en su bolsillo.

Aunque, eso sí, confía Juste en que, en función de la «disponibilidad presupuestaria de la Junta» pueda recuperar parte mediante subvención.

Una subvención que, en cualquier caso, nunca superaría los 30.000 euros.

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