Habrá que esperar a ver lo que concluye el estudio que está realizando la Diputación de Ávila y más concretamente el equipo de Gobierno (Partido Popular) en torno a las posibilidades de bonificar a los abulenses el uso de las carreteras con peaje de nuestra geografía, esto es la AP-51 y la AP-6, pero el caso es que pueden llegar en 2016.
El lunes el portavoz del PP en la institución provincial y en el seno del debate que se mantenía en el Pleno sobre la necesidad de que Ávila se beneficiara del Abono E, anunciaba que la Diputación iba a habilitar una partida para que el peaje supusiera una menor carga a los abulenses.
Tras la sesión plenaria el presidente de la Diputación,Jesús Manuel Sánchez Cabrera apuntaba hacia dónde se podría dirigir esas ayudas contestando a preguntas de los medios.
Habló de los usuarios «frecuentes» del transporte por carretera entre Ávila y Madrid e incluyó a los que transiten tanto por las autopistas AP-51 (Ávila-Villacastín) como los que lo hicieran por la AP-6 (Villalba-Adanero). Daba por hecho la inclusión de una partida, a la que no puso números, para hacer frente a lo que denominó «peaje social». Así las cosas, en la actualidad se está gestando un estudio en este sentido, decía, que nace después de «haber hecho una consulta sobre esta posibilidad al Ministerio de Fomento».
En principio consistiría «en una bonificación que podría llegar hasta el 50 por ciento» y están valorando, en palabras de Sánchez Cabrera «la posibilidad de que sean bonificables 25 viajes, en los que pueden entrar los de ida y vuelta», según manifestó entonces.
En cualquier caso ese estudio debe determinar «el dinero que puede hacer falta», ha señalado.
«A todos nos gustaría que el peaje se suprimiera, pero mientras se suprime o no, nosotros los que queremos es trabajar para que los abulenses tengan el menor coste posible de esos desplazamientos habituales a Madrid», concluyó.