Carlo es una niña de doce años. Un día, se da cuenta de que su abuelo Juancho está algo más despistado. Olvida cosas. Llega incluso a asustarse pensando que su abuelo ya no la quiere, porque a veces se olvida de ella. Pero nada más lejos de la realidad.Él la quiere mucho, como siempre. Lo que le pasa es que tiene Alzheimer.
Éste es el comienzo de 'Carlo y Memorín' (EditorialApuleyo), el cuento infantil que ha escrito Ruth Pindado e ilustrado Bárbara Gandini y que la Asociación Alzheimer Ávila (Afávila) presentará este sábado en sociedad.
La cita es en el Episcopio, a las 19,00 horas, y a la misma acudirá la autora abulense, buena conocedora de la enfermedad por motivos familiares.
«Memorín es un muñeco y serían nuestros recuerdos», comienza a desvelar algo de la historia Pindado, que sabe bien lo importante que es explicarle a los más pequeños lo que es el Alzheimer y qué ocurre cuando «entra en casa».
Y no es algo sencillo. A Carlo, por ejemplo, le cuesta entender cómo su abuelo, que tampoco es tan mayor y que se encontraba perfectamente hasta hace unos días, comienza a hacer cosas que para ella son extrañas.
«Es que muchas veces, al comienzo, no se nota nada», continúa hablando la escritora, que habla de cómo incluso las personas afectadas reconocen esos despistes, pero ellas mismas se engañan pensando que no es nada.
Avanza la enfermedad. Pero a medida que avanza la enfermedad esos despistes ni son ya tan puntuales ni son pequeños. «Comienzan a desdibujarse las imágenes», pone un ejemplo Pindado del progreso de la enfermedad. Y por eso, sabe bien, resulta fundamental poderle hablar a los niños sobre ello. Algo en lo que podrá jugar un papel fundamental 'Carlo y Memorín', que se presenta como una ayuda excelente para las familias.
«Mi padre, mi abuela, mis tías...», enumera la también profesora las personas queridas que se enfrentaron en su día a esta cruel enfermedad. «Mis sobrinos reaccionaron bien, pero ha habido que explicarles siempre lo que pasaba. Y cómo se pasaba del abuelo que lo hacía todo al abuelo que hay que dar la mano para ir al baño», continúa hablando de su caso que, por desgracia, es el caso de tantas y tantas personas que a diario conviven con el Alzheimer en todo el mundo, ya sea como afectado o como ser querido.
El cuento 'Carlo y Memorín' se centra sobre todo, explica Pindado, en los primeros compases del avance de la patología. Una época que ella recuerda ahora, confiesa, con cierta culpa. «Recuerdo comentar con mi hermana, por ejemplo, 'papá está tonto'», se acuerda de esos primeros despistes de su padre que aún no les hacían pensar en la enfermedad. «Y luego te sientes muy culpable. Pero es que no sabes lo que le pasa», continúa hablando.
«He pretendido centrarme en esos primeros años complejos, en que la gente los entienda», reflexiona sobre su trabajo, con el que quiere, además, poner su granito de arena en la AsociaciónAlzheimer Ávila. «Son momentos muy complicados. Los familiares tienen que saber que hay que darles espacio, darles tiempo», se despide de Diario de Ávila.