Titirimundi, el Festival Internacional de Teatro de Títeres de Segovia, está a punto de echar el telón. Entre el 10 y el 15 de mayo, la vecina ciudad segoviana ha vuelto a sumergirse (como hace desde, ni más ni menos, el año 1985) en el mágico mundo de las marionetas y los títeres. Cinco días de ilusión, sobre todo para los más pequeños de la casa, que este lunes, además, pudieron experimentar la emoción de transformarse en personajes de cuento en su propia piel.
Porque fue su piel la que se convirtió en el perfecto lienzo en el que los más de 50 alumnos de los estudios de Imagen Personal del Centro Integral de Formación Profesional de Ávila (CIFP) que se desplazaron a Segovia invitados por el certamen plasmaron su arte.
Maquillajes de fantasía y peinados divertidísimos fueron uno de los alicientes para los escolares segovianos que tomaron parte en 'Titiricole', la jornada que Titirimundi dedica a los escolares de la ciudad.
Ávila lleva la fantasía y el color a TitirimundiRepartidos en distintos puntos de Segovia, los alumnos de Formación Profesional de Ávila (algunos de FP Básica y otros, delGrado Medio) fueron maquillando y peinando a los niños segovianos que salían encantados de la experiencia y que asistían a los espectáculos programados para ellos luciendo espectaculares propuestas de maquillaje.
«La verdad es que es una actividad que llevamos planificando mucho tiempo», decía a Diario de Ávila Verónica Martínez Campillo, profesora de Estética. Ella, junto a Miosotys Escalona (también profesora del centro y principal 'culpable' del contacto establecido con el director del certamen) fueron las encargadas de acompañar al grupo de alumnos abulenses para que disfrutaran de una experiencia, decía Verónica, «que se sale del ámbito en el que habitualmente trabajan: en una peluquería o salón de belleza y con un público adulto».
«Se trataba de que los niños se sintieran parte de Titirimundi de una manera activa», proseguía hablando la profesora abulense, que aseguraba que, visto el éxito de esta primera convocatoria, ya nota que hay «ganas de repetir» el año que viene. «Los alumnos vinieron muy contentos: han tenido un tiempo de ocio, han visto espectáculos, han conocido la ciudad...», planteaba Verónica, que destacaba también la maravilla de trabajos súper visuales» que realizaron sus alumnos durante la jornada.