Pablo Serrano

CARTA DEL DIRECTOR

Pablo Serrano


Por la gente y la tierra

15/12/2024

Hace una semana hacía referencia en este mismo espacio a la exposición de fotografía que Diario de Ávila muestra en Los Serrano con imágenes de este año, en la que un cubo con 1.600 rostros da a bienvenida en el patio del palacio. Me cuestionaba un conocido ayer, imagino que por no pararse a pensar ni hacer la cuenta la vieja, que cómo habían podido salir 1.600 personas en las páginas del periódico del último año, bajo la falsa creencia que siempre salen los mismos. En un arrebato de pragmatismo, cogimos las portadas desde el domingo pasado hasta ayer sábado e hicimos una cuenta del número de personas que habían aparecido en las últimas siente portadas, sin tener en cuenta las páginas interiores. Sin ir mucho al detalle contamos más de 120 y, multiplicado por 52 semanas, el recuento asciende a más de 6.200, solo en la portada. Si multiplicamos por las páginas interiores de información local que cada día elaboramos, la cifra asciende a una cantidad más que considerable.

Un alto en el camino, porque la vorágine diaria a veces también nos engulle a nosotros mismos, que nos sirve para confirmar como el periódico está al servicio de la gente de esta tierra. Un paréntesis que confirma la necesidad de seguir sirviendo a los abulenses. Unas reflexiones que llegan justo en la antesala de una jornada histórica para esta cabecera, que recibirá en el Ayuntamiento la Medalla de Oro de la Ciudad, otorgada con apoyo unánime de todos los grupos políticos, y la posterior inauguración de una escultura que este periódico quiere regalar a la ciudad en su 125 aniversario, como muestra de agradecimiento por la siempre calurosa acogida de los abulenses.

En ocasiones hay que hacer estas paradas, coger aire y seguir adelante a pesar del vertiginoso y peligroso ritmo de este tiempo. Así, volviendo a repasar las últimas portadas de esta semana, desde el largo puente hasta hoy, los titulares confirman el pulso de la ciudad y de la provincia que queremos mantener. Debemos compartir la ilusión de tener esperanza en el futuro, como que la capital vuelva a superar los 60.000 habitantes de censo, que aunque no será a corto plazo, se convierte en un anhelo, o que Cebreros trabaje en un centro de interpretación del vino para seguir impulsando la enología como fuente de riqueza de una tradicional comarca agrícola, o que Faema, dedicada a la inclusión social, siga creciendo con proyectos enormes. Pero nada de esto tendría sentido si no se alerta de los riesgos de la CL-501, que es la carretera con más siniestros, que Gredos necesita ampliar medios para atajar el furtivismo, que el Valle del Tiétar, entre robos y temporales, se sigue desconectando de internet continuamente, además de advertir de que los abulenses no vivimos ajenos a la cibercriminalidad.

Estamos en continuo avance y evolución, con consolidación de tradiciones, lo que confirma que Ávila sigue viva y por Ávila debemos todos seguir trabajando.