Mascarávila reivindica su juventud desde Hoyocasaero

M.M.G.
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El IX Festival de Máscaras y Danzas de Paloteo Abulenses desafía a la lluvia y reúne a unas 5.000 personas en torno a las costumbres, tradiciones y folklores de la provincia de Ávila

Sofía, Aitana y Daniel encarnan el futuro de las danzas de paloteo de Hoyocasero. - Foto: David Castro

Camino de su primera década de vida, Mascarávila, el Festival de Máscaras y Danzas de Paloteo Abulenses, regresaba este sábado a sus orígenes. Hoyocasero, la localidad en la que hace ahora nueve años se celebraba la primera edición reunía ayer a unas 5.000 personas en una cita apenas empañada por la tormenta que descargó a la hora de la comida pero que no pudo con las ganas de celebrar lo mucho y bueno que tiene la provincia de Ávila.

Costumbres, tradiciones e historia se daban este sábado la mano, una vez más, con el presente y el futuro de una tierra que a través de sus asociaciones, instituciones y habitantes pelea para mantener vivos sus orígenes. Raíces que se hunden en los abuelos de los abuelos de los abuelos de aquellos que este sábado llenaban Hoyocasero. Hombres y mujeres, pero también niños y jóvenes que hacían visible la cantera con la que, en pleno siglo XXI, cuentan el folklore y la tradición abulense. 

Hablamos de pequeños como Sofía, Aitana y Daniel, que con tres y cinco años ya lucían con orgullo los trajes de serrano y los palos con los que, a media mañana, se bailaba en la inauguración del monumento a los danzantes, obra del escultor palentino GonzaloTrigueros; de niños como Iván, que también con tres años recién cumplidos ya desfilaba con el grupo de Tambores de Casavieja; o de jóvenes como Elena, que en compañía de una experimentada María pasaba la mañana tejiendo con centeno gorras de Navalosa. «Me hace mucha ilusión que haya gente que quiera seguir con la tradición. Y Elena lo hace muy bien», sonreía María mientras miraba a su amiga y joven discípula.

Ellas ocupaban uno de los puestos del mercado de Mascarávila: el mejor escaparate para la gastronomía y la artesanía abulense. Allí, por ejemplo, podían encontrarse desde quesos y embutidos de excelente calidad de la provincia a cestos o instrumentos musicales nacidos de la mano de luthieres como  Julio, todo un experto en la tradición musical abulense así como en rabeles, mirlitones, sonajas y castañuelas. 

Rosquillas, almendras garrapiñadas o navajas no faltaban en el mercado. Tampoco las clásicas mantas pingueras, nacidas en este caso de las manos de Julia, vecina de Navalosa, que pese a su edad continúa confeccionando las prendas con las que por la tarde desfilaron por las calles de Hoyocasero los cucurrumachos de su pueblo.

Porque, un año más, Mascarávila sacó a las calles de los pueblos de Ávila su desfile internacional de mascaradas, grupos folklóricos y vaquillas, en esta ocasión, con unos 700 participantes.

La espectacular yunta de bueyes de la RealCabaña de Carreteros de Gredos abría el paso a una comitiva en la que no faltaron las rondas, los harramachos de Navalacruz y los de Navarredonda de Gredos, los gamusinos de Casas del Puerto, los machurreros de Pedro Bernardo o los morrangos del Hornillo, entre otras mascaradas.

«Para Hoyocasero es todo un reto organizar un evento de este calibre. Somos un pueblo pequeño con poca infraestructura.Pero todos los vecinos se han volcado con nosotros», decía a Diario de Ávila Iván Picos Baeza, que hablaba de unas 200 personas directamente implicadas en la organización de la cita.

«Aquí se pone en valor lo que somos, una provincia eminentemente rural que está convencida de que el progreso viene a través de la cultura, manteniendo sus tradiciones, sus costumbres», apuntaba por su parte Carlos García, presidente de la Diputación Provincial, que no quiso perderse la fiesta y para el que «Mascarávila es un buen ejemplo de relevo generacional. «Esas tradiciones, costumbres, ese patrimonio etnográfico y cultural están más vivos que nunca gracias a asociaciones, instituciones y a esos abulenses que creen que la cultura tiene que ser un referente de cara a futuro», hablaba García en presencia del subdelegado del Gobierno, Fernando Galeano, y de Pedro Granado, presidente de Mascarávila, para el que está claro que «Mascarávila tiene mucho futuro por delante. Hay garantías en tanto que la juventud se ve que se está implicando en estas tradiciones». 

Y al acabar la fiesta, los ojos de todos ya estaban puestos en Casavieja, donde el Festival de Máscaras y Danzas de Paloteo Abulenses cumplirá en 2026 diez años de vida.