Por fin ha llegado el día.Más de dos décadas han pasado desde la última vez que el Real Ávila festejó un ascenso a lo que entonces se llamaba Segunda División B y ahora la conocemos como Segunda RFEF.Dos décadas dan para mucho.Dos décadas de alegrías y sinsabores para un club que buscaba con ahínco este momento sin saber cómo encontrarlo.Y aquí está, un 5 de mayo de 2024, su deseada oportunidad en el Adolfo Suárez, como mandan los cánones de todo buen campeonato; ante su afición, necesitada de una alegría después de no pocas frustraciones; ante los abulenses, a los que a vuelto a enganchar en un curso de infarto donde por momentos todo parecía que muy sencillo y terminó por complicarse. Pero entre todos, empezando por los jugadores y siguiendo por una afición que ha sabido estar junto a ellos como pocas veces se había visto en los últimos años, han construido esto, obra de un 'ingeniero' como Miguel de la Fuente, que llegó con las ideas claras para afrontar lo que le pedían en pretemporada, ascender como campeón. Ahí lo tiene el equipo, conjurado desde hace semanas en hacer suyo un premio que quiso el Salamanca UDS cuando se situó a dos puntos de distancia. Ahora son cinco, un margen determinante. Porque los encarnados llegan a la penúltima jornada de la temporada con el privilegio de depender de ellos mismos. Si ganan, son campeones. Se quedaron a las puertas de serlo la pasada semana ante el Santa Marta, pero no falló el equipo charro. Ahora ya los del Helmántico no cuentan en la ecuación.El Real Ávila lo tiene todo de su parte para ser campeón y equipo de Segunda RFEF este domingo.
«Estamos preparados» deja claro Miguel de la Fuente, entrenador del Real Ávila. «Hemos trabajado mucho para poder depender de nosotros, en nuestro campo, con nuestra gente, en buena dinámica, con el equipo con confianza...Estamos preparados y responsabilizados ante lo que tenemos este domingo». Para llegar a este punto y en estas condiciones pone en valor Miguel de la Fuente esa ventaja que el equipo supo mantener en los momentos más complicados respecto a sus perseguidores y en especial con el Salamanca UDS. «Por poco, por dos puntos, pero siempre hemos tenido el vaso más lleno que vacío y eso siempre ha significado depender de nosotros mismos».En los momentos de mayor presión «lo hemos manejado bien». Así «llegamos a final de temporada como queríamos. No en el proceso que hubiéramos querido una vez que nos vimos con tantos puntos de diferencia pero sí donde queríamos y como queríamos».
Llega el equipo a la penúltima jornada dónde y cómo se quería, primeros. Pero ese «como queríamos» al que hace referencia Miguel de la Fuente tiene mucho que ver con los jugadores, 'rehabilitados' en su mejor versión tras un bache de juego y resultados que afectó a lo emocional. «El equipo ha recuperado las señas de identidad que había tenido». Personalidad, carácter ganador, orgullo... Todo aquello que se le presupone y se le pide a un líder. Se vio por momentos en una tarde ante el Astorga que ha terminado siendo clave en todo este final y ha tenido su mejor reflejo en partidos como el derbi ante el Diocesanos o el pasado miércoles ante el UDSanta Marta. «Esa dinámica en la que te salen las cosas, que hace reconocible al equipo o la seguridad defensiva te hace ser optimista ante lo que tenemos este domingo».Porque no hay que olvidar una cuestión, y es que este domingo –18,00 horas– hay que ganar para después poder festejar.
«Debemos saber muy bien lo que tenemos delante, un partido de Tercera. Somos un equipo al que nos ha costado mucho ganar los partidos, sumar de tres.Lo hemos hecho con sufrimiento y debemos estar preparados», ya sea para un final nervioso más por lo cercano del objetivo que por el marcador, o por un final ajustado. «Si llegamos al final con un resultado por la mínima...Firmo llegar al 90', ganar por 1-0, sufrir pero al final conseguir el objetivo». Es uno de esos partidos en los que lo más importante es el uno mismo, pero enfrente tendrán a La Virgen del Camino, un equipo que este año, al contrario de otras temporadas, se ha comportado mejor lejos de Los Dominicos que en su campo. «Es un equipo de mucho mérito» apunta Miguel sobre el cuadro que dirigen Nanin y Perona.
Tercer partido en una semana. «Algo atípico» apunta Miguel de la Fuente ante la carga de encuentros a final de temporada. «Somos un equipo que despliega mucho nivel físico por cómo nos gusta presionar, llegar al ataque... Lo que podamos tener de déficit a nivel físico lo compensa lo anímico, con nuestra gente, con el objetivo tan cerca».