En una de las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en la ciudad de Ávila, los abulenses salieron este domingo de forma masiva y pacífica a la calle, atendiendo a la invitación que el Partido Popular ha realizado en todas las capitales de provincia de España. Lo menos relevante de esta cita es precisar el número de asistentes, puesto que la horquilla entre 3.000 y 4.000 asistentes ya confirma el éxito de la movilización.

Otra de las más numerosas, a la que asistieron partidos de todo signo político, excepto el Partido Socialista, fue la que se celebró precisamente hace dos años, aún con mascarilla obligatoria, en la que se reclamó un tren del siglo XXI para Ávila. Este domingo, con menos convocantes, se ha superado aquella asistencia, lo que demuestra que asuntos tan trascendentes como los que están en juego preocupan y mucho a la ciudadanía de esta provincia, que entienden que se está jugando con el futuro de España, la igualdad entre los ciudadanos de todos los territorios, y que, además, vivimos en una provincia con menos oportunidades que el resto, y por lo tanto, podemos salir más que escaldados de las negociaciones políticas que actualmente se están llevando a cabo.

Ávila y España han dado una muestra de civismo y de contundencia, rechazando de forma tajante el pacto entre Junts y el PSOE, que facilitará la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. El clamor social que quedó de manifiesto en las calles españolas este domingo no facilita la estabilidad de los próximos cuatro años a pesar de que los números ahora estén saliendo.

Esta muestra de fuerza deja en una situación muy comprometida al Partido Socialista en los territorios provinciales, donde se ve la situación con preocupación por los pocos argumentos que les quedan para justificar las decisiones que se están tomando desde Ferraz y Moncloa. Probablemente, el primer empujón para desmontar las tropelías que está cometiendo Pedro Sánchez debería venir desde las bases, las mismas que le hicieron ascender en su día y que hoy, salvo incendiarias excepciones, viven con estupor y preocupación la situación generada.

Y en esta provincia, también sería interesante conocer la posición de Por Ávila, que gobierna la capital, algún municipio de la provincia, y tiene una nutrida representación en la oposición de la Diputación Provincial. ¿Tan radicales son las diferencias con los populares para no encontrar siquiera un punto de entendimiento en este asunto tan grave y que afecta a todos los ciudadanos?

Por concluir, cabe insistir en que las protestas que se están popularizando estos días no han de ir contra las sedes de los partidos, porque podemos repetir una vez más que las instituciones están por encima de las personas que hoy las representan.