La Gran Marcha Pronisa por la Discapacidad volvió a ser un éxito. En lo que fue la edición número 37 de la veterana cita solidaria, más de mil andarines (unos 1.100 según la organización) se sumaron a la caminata en este agradable domingo de junio, una cifra que aumentó con las inscripciones de última hora y que dejó más que satisfecha a la entidad. Desde antes de las 9,30 horas de la mañana, la hora de la salida, la plaza del Mercado Chico ya iba ganando ambiente. La Gran Marcha Pronisa es un clásico y la sociedad abulense no quiso fallar a la iniciativa que busca visibilizar y apostar por la inclusión de las personas con discapacidad. Autoridades y ciudadadanos anónimos de todas las edades, la mayoría a pie pero algunos también en bicicleta y muchos de ellos en familia, recorrieron los alrededor de 15 kilómetros que separaron el centro de la ciudad del parque de El Soto, en el marco de un recorrido urbano y rural que, a través del camino del vivero, les llevó hasta El Fresno, uno de los puntos de avituallamiento. Desde allí a las once horas, aproximadamente, se emprendía el camino de vuelta para llegar a la meta, donde esperaba el último refrigerio para reponer fuerzas. Entre medias un camino bastante llevadero en el que el buen ambiente fue el protagonista. 

Desarrollada sin incidencias reseñables, la Gran Marcha por la Discapacidad quería recaudar fondos con los que poder seguir llevando adelante algunos de los proyectos más potentes de Pronisa, como el del equipamiento y adaptación de sus nuevas viviendas para personas con grandes necesidades de apoyo, tres casas en las que desde unos meses viven 24 personas. El presidente de Pronisa, Juan Carlos Rodríguez, explicó que también se dedicará el dinero a la adaptación de la residencia del centro Espíritu Santo hacia un formato de unidad de convivencia, "con menos personas y espacios más amplios".

Las personas que quieran colaborar con Pronisa pueden seguir haciéndolo en número de cuenta de Caixabank y por Bizum con el número 00349.