500 pacientes acuden al año a la Unidad de Diagnóstico Rápido

Mayte Rodríguez
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Al 20% de los pacientes derivados a ella el pasado año se les detectó algún tipo de tumor, dado que principalmente trata a personas con alta sospecha de enfermedad grave

El doctor José Manuel Barragán y la enfermera Eva Hernández conforman la unidad. - Foto: Isabel García

Teresa acaba de recibir una muy buena noticia: el quiste que le detectaron este verano no reviste mayor importancia, es benigno y no está alterando los parámetros que determinan el estado de salud de la paciente, así es que no es necesario derivarla a ningún especialista ni someterla a más pruebas de las que ya se le han practicado, simplemente seguimiento por parte de Atención Primaria si así fuera necesario, es decir, en caso de que notara algún síntoma fuera de lo común, como pérdida de peso injustificada o sangrado en la orina. Así se lo comunica el doctor  José Manuel Barragán, internista del Complejo Asistencial de Ávila y responsable de la Unidad de Diagnóstico Rápido, que es precisamente a la que ella fue derivada por su médico de cabecera ante la sospecha de que sufriera una patología grave que requiriera ser diagnosticada  con premura para iniciar un tratamiento lo antes posible. Afortunadamente no ha hecho falta.  

El suyo forma parte del 9% de los casos atendidos por esa unidad que, tras ser analizados, se llega a la conclusión de que no revisten gravedad. Sin embargo, en el 91% restante la Unidad de Diagnóstico Rápido sí diagnosticó patologías graves, porcentaje de pacientes lo suficientemente elevado como para justificar la utilidad de esta unidad puesta en marcha hace doce años y que, desde sus inicios, ha valorado ya a más de 5.000 pacientes, según los datos facilitados a este diario por el Complejo Asistencial de Ávila, lo que arroja una media de entre 500 y 600 pacientes anuales. «Principalmente se trata de pacientes con alta sospecha de enfermedad gravedad, predominantemente oncológica, en los que los médicos de Atención Primaria u otros especialistas solicitan la valoración por esta consulta», explican desde el Complejo Asistencial de Ávila, desde el que advierten que la Unidad de Diagnóstico Rápido «no está diseñada para adelantar citas o pruebas a pacientes», sino como su propio nombre indica, para agilizar la detección de una patología que potencialmente puede ser grave y requiere una intervención lo antes posible. De hecho, en más de la mitad de los casos el diagnóstico se produjo en los primeros quince días una vez atendido el paciente en la Unidad de Diagnóstico Rápido, el 78% en el primer mes y el resto, el 22% de los pacientes, superó ese plazo por necesidad de pruebas especiales a las que era preciso someterles para arrojar ese diagnóstico. 

tumores y otras patologías. Durante el año pasado, 525 pacientes se derivaron a la Unidad de Diagnóstico Rápido y en casi uno de cada cuatro casos se diagnosticaron tumores, seguidos de anemia ferropénica, infecciones y, en menor medida, otras causas. 

De los 285 pacientes que han pasado por la Unidad de Diagnóstico Rápido en el primer semestre del presente año, 168 eran mujeres y 116 hombres, principalmente mayores de 60 años, si bien casi un 40% tenía menos de esa edad.

La inmensa mayoría de los pacientes tratados en la Unidad de Diagnóstico Rápido en ese período (enero-junio de 2024) fueron derivados por su médico de Atención Primaria, seguidos ya muy de lejos por otros especialistas (58 casos) y por el Servicio de Urgencias Hospitalarias (23).

«Los principales motivos de consulta son la presencia de adenopatías (ganglios) sospechosas, alteraciones en las radiografías, sospecha de tumores, anemias severas, pérdida de peso importante sin motivo y otras causas que puedan hacer sospechar de patologías o enfermedades graves», explican a esta Redacción las mismas fuentes. 

Desde que el paciente llega a la Unidad de Diagnóstico Rápido y su caso es analizado hasta que se produce el diagnóstico definitivo transcurren de dos a cuatro semanas, depende del tipo de proceso y también de las pruebas a las que tenga que ser sometido para detectar la dolencia.

Y una vez con el diagnóstico en la mano, siempre que así corresponda, el paciente es derivado al especialista que corresponda -oncólogos, cirujanos, internistas, ...- para que sean ellos quienes le ofrezcan el tratamiento más oportuno. En otras ocasiones, como es el caso de Teresa, su paso por la Unidad de Diagnóstico Rápido ha contribuido a descartar problemas graves de salud, por lo que no es necesario que sea tratada en otros servicios médicos especializados. Eso sí, no es lo habitual porque, como ya explicábamos, «la selección de pacientes a los que se les solicita» una cita en la Unidad de Diagnóstico Rápido «tienen una sospecha de un proceso tumoral» que, en principio, podría haber sido su caso, pero que finalmente ha quedado descartado tras ser sometida a distintas pruebas en esta consulta dirigida por el doctor Barragán y cuyo equipo sanitario se completa con la enfermera Eva Hernández desde hace ya varios años. 

 Desde la propia Unidad de Diagnóstico Rápido, situada en la  planta cero de Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, se destaca el hecho de que su «buen funcionamiento es gracias a la colaboración de otros servicios hospitalarios implicados en el proceso de diagnóstico», entre ellos «el servicio de análisis clínicos, radiodiagnóstico, digestivo, anatomía patológica, cirugía, otorrinolaringología, neurofisiología, neumología, cardiología y el resto, no menos importantes, sino menos frecuentemente participativos por las necesidades y casos».